La pizarra de Boca: cómo funcionaron las apuestas de Russo ante Benfica
El entrenador metió mano en el once titular y sorprendió con algunas decisiones en la previa: el equipo respondió e igualó 2-2 ante los lusos en el estreno en el Mundial de Clubes.
TyC
Miguel Ángel Russo se la jugó en su reestreno como entrenador de Boca en el debut en el Mundial de Clubes 2025 con un empate 2-2 ante Benfica, por el grupo C. El DT tomó varias decisiones inesperadas en la previa en cuanto a la conformación del once titular: Rodrigo Battaglia pasó al mediocampo, Nicolás Figal reapareció en la zaga, Marcos Rojo no fue incluido y Ayrton Costa fue la gran apuesta. Con el diario del lunes se puede concluir que al técnico le salió casi todo, pese al sabor amargo por la igualdad sobre el final.
Sin dudas el gran acierto del entrenador de 69 años fue elegir a Costa, pese a que su participación en el certamen estuvo en vilo hasta el viernes pasado porque Estados Unidos demoró en otorgarle el permiso para ingresar al país sobre la hora a raíz de sus antecedentes penales. Sin embargo, Costa no precisó adaptación: como segundo zaguero fue una garantía, ganó varios duelos individuales, salió a cortar lejos con éxito pese a que a veces cometió falta. La frutilla del postre fue la asistencia de cabeza para Battaglia en el segundo gol. También a él le cometieron la falta de la expulsión de Andrea Bellotti, aunque, es cierto, se le escapó Nicolás Otamendi en el tanto del empate.
Precisamente la titularidad de Battaglia fue otro de los factores claves. En la previa hubo sorpresa por la decisión de utiizarlo como volante central por encima del juvenil Milton Delgado, de los mejores del primer semestre. Una de las hipótesis que se tejieron fue que el surgido en Huracán le daba más altura y vaya si le sirvió: el mediocampista madrugó a todos por el segundo palo y decretó el 2-0 parcial tras el primer cabezazo de Costa. En la cancha, su misión fue la de sostener a la defensa y no pasó sobresaltos, aunque no neceistó salir lejos a cortar.
También parece haber sido correcta la decisión de que Nicolás Figal volviera a la titularidad en un partido de este calibre aunque no había jugado en todo el año por la artroscopia en el tobillo izquierdo a la que se sometió en diciembre pasado y que lo llevó a estar afuera todos estos meses. Pero Russo lo vio bien en la pretemporada -había jugado unos minutos en la Reserva- y lo eligió como compañero de Costa en el fondo. El ex-Independiente cumplió con creces, se lo vio rápido y no sufrió marcando al griego Vangelis Pavlidis. La imagen final lo dejó peor parado por su innecesaria expulsión cuando faltaban unos minutos.
Aunque lo mejor de la mano de Russo se vio en Boca como conjunto. En su primer encuentro en este tercer ciclo y ante un rival, a priori, mejor, el DT apostó por un equipo que tuviera vocación ofensiva. Incluyó en el once a Ander Herrera -reemplazado por lesión-, Carlos Palacios, Alan Velasco y Kevin Zenón, estos últimos tres para moverse por detrás de Miguel Merentiel. Incluso, logró que el chileno, volante creativo con alma ofensiva, regresara por la banda izquierda para ayudar en el lateral a Lautaro Blanco, de gran partido, en la marca contra Ángel Di María. Lo mismo con Zenón por la punta opuesta, por delante de Luis Advíncula.
Incluso, cuando hubo que recurrir a la urgencia por una nueva lesión muscular que sufrió Herrera, el entrenador mandó a la cancha a Tomás Belmonte, quien venía siendo resisitido por algunos hinchas durante el primer semestre, y el futbolista que se formó en Lanús ingresó en gran nivel al partido. Con él en el medio encargado de repartir y recuperar, Boca creció y así llegaron los primeros dos goles. Sobre el final, el Xeneize pareció quedarse sin nafta y se le escapó un triunfo que en la previa parecía impensado pero que tras el encuentro dejó sabor a poco.