La Justicia del Reino Unido condenó a un estudiante chino a 24 años de prisión por violar a varias mujeres
El joven cometió al menos diez ataques entre 2019 y 2023, tanto en su país de origen como en Londres
El modus operandi de Zou, quien también utilizaba el nombre Pakho en redes sociales y aplicaciones, consistía en establecer contacto con otras estudiantes de ascendencia china a través de servicios de citas y WeChat. Posteriormente, las invitaba a tomar un trago y las drogaba, ya fuera en sus departamentos o en lugares no identificados en China.
En al menos nueve de los ataques, Zou utilizó cámaras ocultas o de mano para grabar las agresiones sexuales a modo de “recuerdos” privados e, inclusive, conservaba una “caja de trofeos” con objetos personales de las víctimas.
El caso comenzó a investigarse en noviembre de 2023, cuando una de las víctimas denunció ante la policía londinense haber sido violada por Zou. A raíz de este hecho, los agentes incautaron el teléfono móvil del estudiante, donde hallaron una serie de videos que lo muestran abusando de varias mujeres, que estaban inconscientes.
Además, durante un allanamiento en su departamento en el sur de la ciudad, las autoridades encontraron tanto sedantes como material de grabación, lo que sumó pruebas en su contra y apuntaló la acusación de agresión sexual sistemática y premeditada.

Pese a la sentencia, Servicio de Policía Metropolitana de Londres informó que la investigación sigue abierta, dado que la repercusión pública e internacional del caso y los detalles revelados durante el juicio llevaron a que al menos 24 mujeres tanto en el Reino Unido como en China se presentaran con nuevas acusaciones. Inclusive, las autoridades británicas no descartan que existan más víctimas que aún no han denunciado.
De hecho, la magnitud de los hechos convirtió a Zou en uno de los delincuentes sexuales más prolíficos en la historia registrada del Reino Unido.
El acusado, por su parte, insistió en todo momento durante el juicio en que los encuentros habían sido consensuados, pero esta versión fue desacreditada rápidamente por la acumulación de pruebas videográficas y testimoniales, así como por el hallazgo de los fármacos sedantes y las herramientas de grabación.
El tribunal lo declaró culpable además por tres cargos de voyeurismo, 10 cargos de posesión de una imagen pornográfica extrema, uno de encarcelamiento falso y tres de posesión de una droga controlada con intención de cometer un delito sexual.
La fiscal Saira Pike destacó el valor de las víctimas que presentaron su testimonio durante el proceso penal: “Han sido increíblemente fuertes y valientes. No hay duda de que su testimonio nos ayudó a asegurar su condena y la sentencia de cadena perpetua que se le impuso hoy”.