La desilusión de los hinchas de Platense por la renuncia de Orsi-Gómez

La salida de los entrenadores que le dieron el campeonato fue un golpe para la hinchada. El desafío para la dirigencia de seguir compitiendo.

Alejandro Fabbri
TyC
“De vez en cuando la vida / Nos gasta una broma / Y nos despertamos sin saber qué pasa / Chupando un palo sentado / Sobre una calabaza”.

El extraordinario cantautor Joan Manuel Serrat escribió la letra en 1983, el fragmento pertenece a la canción “De vez en cuando la vida…” y emocionó a varias generaciones que han seguido al catalán a lo largo de sus vidas. Estas cinco líneas casi que les pertenecen a los hinchas de Platense que, a pocos días de haber festejado su primer título nacional en los 120 años de existencia del club marrón y blanco, se quedaron sin sus entrenadores.


Como una broma de mal gusto, como el inicio de una pesadilla que no se sabe cómo terminará, la decisión de la dupla formada por Favio Orsi y Sergio Gómez de renunciar al cargo de técnicos dejó helados a todos. Platense ganó en gran forma la definición del Apertura 25 venciendo como visitante a Racing, River y San Lorenzo, para consagrarse en la final con un triunfo merecido ante Huracán. Fue un justo campeón y nadie lo puso en duda.

Festejos que no se detuvieron todavía, jugadores y técnicos paseando por todos los canales, la admiración del mundo futbolero y el sueño hecho realidad. De yapa, la anhelada clasificación para jugar la Copa Libertadores en 2026. Se suponía que habría un segundo semestre más tranquilo, preparando de a poco al club y también al plantel para la competencia mayor, que arrancará en febrero del año próximo.

¿Será que como la Copa recién se jugará en siete meses no les endulzó los oídos a Orsi y a Gómez? Algo señalaron ellos en las charlas con periodistas hace unos días, cuando no dejaron de mencionar que Platense tenía que crecer en todos los planos, que para jugar una copa semejante había que mejorar infraestructura, acondicionar el estadio de Vicente López y reforzar el plantel, como lo sugirieron los conductores. Además, dijeron que siempre que finaliza un torneo, para ellos finaliza un ciclo y hay que empezar de nuevo. ¿Fue un aviso?

Uno también puede imaginar que tanto Orsi como Gómez advirtieron que han conseguido lo máximo que Platense puede conseguir, el título nacional que tan esquivo le fue antes. Nadie sueña con ganar la Copa Libertadores e incluso la Copa Argentina perdió parte de su atractivo al ya estar clasificado para el torneo más grande del continente.

Es decir que en el semestre que arranca en julio, no hay demasiada motivación para jugar, salvo intentar sumar la mayor cantidad de puntos posibles. El título y la clasificación copera ya están en el bolsillo de todos los Calamares. Eso no se discute. Y el afecto que los hinchas profesan por lo que se obtuvo, el cariño permanente que recaerá sobre estos jugadores y este cuerpo técnico no se discutirá, creo, nunca. Lo hecho, hecho está.

Sin embargo, las dudas por las razones utilizadas para irse, las desconfianzas presentes siempre en el mundo del fútbol, la gran campaña que generó el título y el dinero que puede ser ofrecido a Orsi-Gómez desde otros clubes o, incluso, desde selecciones de corta o rica historia, pueden filtrarse en los días futuros. ¿Descansarán? ¿Ya tendrán ofertas firmes?

Los protagonistas de la decisión no han sumado palabras, la dirigencia del club mantiene su incredulidad sobre lo que resolvieron y nadie aventura nada. En el medio, el presidente Ordóñez y su grupo directivo están obligados a barajar y dar de nuevo. Candidatos habrá porque el puesto quedó vacante y es apetecible. Aunque a la enorme mayoría de los hinchas de Platense se les escape un lagrimón por el adiós intempestivo.

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