Expectativas muy altas: River y Boca ya no son tan competitivos
Hace rato que Boca y River bajaron su nivel y lo conseguido a lo largo de la historia no cuenta. Aunque tampoco cabe decir que fueron un desastre.
Hay que tomar dos aspectos en cuanto qué fue peor, si lo de Boca o lo de River en cuanto a su actuación en el Mundial de Clubes. En cuanto a los partidos en sí mismos, Boca enfrentó a dos rivales teóricamente superiores, Benfica y Bayern Múnich. No pudo mantener el 2-0 de ventaja con Benfica, que no tiene tan buen equipo como uno imaginaba, casi sin jugadores portugueses, y le peleó duro el partido al Bayern.
Por diferentes razones, queda la imagen del empate triste con el Auckland City. El rendimiento de Boca estuvo muy desmejorado, como si hubiera salido a la cancha sabiendo que no se iba a clasificar. Ahí sí fue muy flaco del rendimiento de Boca. Pero si tomamos los tres partidos por separado, o si sumamos solo a los dos equipos europeos, no ha sido tan malo. El problema es contra quién fue el último partido y qué debía haber hecho para ganarlo.
River repitió errores del campeonato con los mismos jugadores, sin refuerzos importantes. Mastantuono fue sepultado por el peso de la responsabilidad que le atribuyeron todos, como si fuera el nuevo Messi o un jugador brillante que todavía no es, sobre todo porque tiene 17 años y un nivel de inmadurez acorde a la edad.
El equipo mostró las mismas carencias y los mismos problemas que ha tenido en el campeonato de Primera División, y que intentaron una leve recuperación en la Copa Libertadores con la goleada a la Liga de Quito y demás.
La verdad es que no fue un desastre el rendimiento de ninguno de los dos, sería demasiado calificarlo así, más allá de que la actuación de Boca contra un adversario tan flojo se presta para eso. Y no fue un desastre la actuación de River tomando en cuenta que el Inter está mucho mejor trabajado y tiene más variantes a pesar de las ausencias que tuvo.
En definitiva, ha sido un paso flojo, pero como siempre pasa con el mundo Bover, hubo una exageración con las expectativas. Así como cuando arranca la Copa Libertadores todos dicen que están obligados a ganarla. Y no es así: están obligados a jugarla, no a ganarla. Acá pasó lo mismo, con el detalle de que enfrente había algunos equipos más poderosos, con mejores jugadores.
Tampoco parece que el problema sean los 30 equipos del torneo local o que se anulen los descensos. Ya en los últimos campeonatos, lo de Boca y River ha sido de bueno para abajo, discreto, regular, aunque no llegue a ser desastroso. Habría que bajar la situación de frustración de la gente porque se generan expectativas demasiado altas tomando la historia o una competitividad que han tenido los dos por muchos años y hoy ya no tienen.
