Cabeza en alto y a golear en Nashville, Boca

Después de sufrir en el primer tiempo, el Xeneize emparejó al poderoso Bayern Múnich con garra, pase filtrado y un gol antológico de Merentiel. Y cuando saboreaba un punto de oro se le volvió a escapar sobre el final. Ahora, a hacerles 6 o 7 a los neozelandeses y esperar la manito alemana. Sí, se puede.

Lucas Beltramo
TyC
En el primer tiempo Boca la sacó barata. El 0-1 era chiquito para tanto desborde por las bandas con superioridad numérica constante, por los movimientos coordinados mayormente de Olise con Laimer por un lado y Coman con Gnabry por el otro. Blanco hizo horas extras y Costa (el segundo más aplaudido en la presentación por altoparlantes) corrió a su auxilio y se fajó con Kane. Di Lollo también custodió a Advíncula.

Los de Russo no tenían en quién hacer descansar la pelota (Palacios, bien gracias) ni encontraban pases profundos para explotar las espaldas de los defensores. Marchesín evitó el 0-2 extirpándole un mano a mano a Olise. El pitazo final trajo alivio.

En el segundo tiempo apareció el Boca más combativo al calor de una hinchada que empujaba y ya Bayern no sumaba para el ping pong. Velasco fue de menos a más, hasta recibir de un Battaglia adueñado de la 5 (¡con Gago era 2!) y habilitar quirúrgicamente a la Bestia, que hizo un gol antológico celebrado en las tribunas como cuando los sobrevivientes de la Cordillera de los Andes vieron llegar a los helicópteros. ¡Y dale, dale, Boooca!

Esos 5 minutos posteriores en los que el Xeneize fue por el segundo fueron un oasis en el partido. Después los alemanes recuperaron la pelota, los cambios de Miguelo volvieron a entrar mal y había que aguantar. El partido se dirigía hacia un empate, pero otra vez a los 84’ llegó la daga: una serie de rebotes se la dejaron servida a Olise y chau.

Ayrton sintió un pinchazo, pero como ya no había cambios siguió en cancha. Fiera. Hubo poquito de Zenón. Belmonte no pudo mantener el nivel ante Benfica. Y el partido se fue con los Bávaros más cerca del tercero que Boca del empate. Ahora, a golear a Auckland y esperar que Bayern sea bueno y le gane a Benfica. “No me extrañaría que se dé”, dijo Russo. Amén.

Párrafo aparte para el show de La 12

Pase lo que pase en la última fecha, hay un antes y un después en la historia de Boca con lo que le mostró y maravilló su hinchada al mundo. El aliento fue descomunal y constante en ambos partidos.

Finalmente no hizo falta que un extranjero venga a la Bombonera para darse cuenta de que Boca es grande, gigante, único por su gente. Les llevamos la Bombonera al centro del mundo.

Entradas populares