Barcelona Nico, en stand-by

La operación se ha ralentizado tras los terremotos de días anteriores. El Barça puede dilatar el pago de la cláusula de Nico y ponerle suspense al fichaje.

Juan Jiménez, As

Después del terremoto del viernes 13 de junio, cuando se supo que Félix Tainta, representante de Nico Williams, se había visto con Deco en un hotel de Barcelona; y las réplicas de dicho seísmos los días 18 y 19 de junio (viaje del director deportivo del Barça a Ibiza, y anuncio de Fabrizio Romano, periodista especializado en mercado, del acuerdo entre el club azulgrana y el jugador criado en Lezama hasta 2031), el fin de semana ha apaciaguado la velocidad de la operación. El navarro ha pasado por Bilbao en mitad de sus vacaciones, y ninguna de las partes se han manifestado. El jugador ha elegido el Barça, pero en el Athletic todavía confían en un cambio milagroso del guion, que incluye una jugosa oferta de renovación. El tiempo podría jugar a su favor, porque si el Barça no hace oficial el pago de la cláusula, podría pararse a pensar como en 2024, cuando después de dar el sí a Joan Laporta vía telefónica, sucumbió a los emotivos mensajes del entorno athleticzale, con su hermano Iñaki a la cabeza, y decidió quedarse.


Este año, sin embargo, la decisión tiene visos de irrevocable y con eso juega ya el Athletic, que piensa en refuerzos para la Champions. Mientras, el Barça busca dinero y garantías de LaLiga de que podrá operar en la regla 1:1. Una cosa es pagar la cláusula de rescisión del futbolista, como ya hecho con Joan García. Otra muy distinta es encajar en su fairplay a un jugador que llegará para instalarse en el segundo escalón de mejor pagados de la plantilla. Desde el Barça se asegura que es cuestión de tiempo, pero al mismo tiempo han deslizado que el jugador intentaría arrancar del Athletic una conversación para intentar endulzar los pagos. Eso no va a suceder.

En Ibaigane están decididos a no perdonar ni un euro del pago de la cláusula más su correspondiente tasa impositiva (unos 64 millones). Además, el presidente rojiblanco, Jon Uriarte, está decidido a fiscalizar cada paso de la operación para evitar que el Barça sortee las reglas del fairplay para inscribir a Nico. El club azulgrana intentará evitar el fango y darle un disgusto al jugador. Habrá ruido, pero ahora mismo el asunto está en ‘stand by’.


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