Vuelve Haaland, De Bruyne decide
El noruego regresó a una convocatoria después de mes y medio de baja, aunque permaneció en el banquillo y no jugó ningún minuto. Desde allí vio cómo De Bruyne anotaba el único gol del partido.

Llegaron los lobos al Etihad después de amasar seis victorias consecutivas La mejor racha de cualquier equipo en la presente Premier League. Fuera de la lucha por evitar el descenso, y sin presión. Pero dispuesto a dar la campanada. Dejó que el City manejase el esférico a su antojo desde el inicio, para luego intentar golpear a los celestes en dos ocasiones. Hacía aguas la zaga local. Arrancó Cunha dejando rivales a su espalda, y envió el balón a Bellegarde. Éste, ya en el área, vio cómo Munesi aparecía a su izquierda, con la meta vacía, con todo a favor. Se precipitó en su ofrecimiento, y su compañero no llegó a alcanzar un pase demasiado fuerte. Suspiró el City.
Lo hizo dos veces más cuatro minutos después. Primero cuando Aït-Nouri recibió un taconazo de Cunha y disparó contra el poste. Y luego cuando él mismo cazó el rechace y disparó superando a Ederson… pero topándose con Gvardiol, que cubrió fantásticamente a su portero. Qué alivio. Y qué reacción. Se puso las pilas el City superada la media hora. Y en el minuto 35 se puso por delante en el marcador. Bernardo se hizo con el esférico en campo contrario, y Marmoush encontró a Doku en banda. Su compatriota De Bruyne recibió en el corazón del área. Botaba el balón, inquieto, hasta que el belga lo envió a la red con el interior de su pie, asegurando. Tenía ganas el Etihad de celebrar un gol suyo. Vaya si lo hizo. De Bruyne se convirtió en el primer jugador, desde Messi, que participa en 250 goles a las órdenes de Guardiola.
Avisó nuevamente el Wolverhampton Wanderers a los diez minutos de la reanudación. Una pérdida de O’Reilly en el centro del campo permitió que Cunha recibiese en la frontal del área. Probó fortuna el delantero, cuyo disparo lo escupió el poste. Seguía la dinámica del primer tiempo, pero la ventaja mínima en el marcador fue suficiente para que el City se estuviese cómodo en esa tesitura. Sin urgencia, y sin necesidad. Con su victoria, los de Guardiola ponen presión a Chelsea y Nottingham Forest, que antes de jugar este fin de semana se ven cuatro puntos por debajo de los celestes. Un paso más hacia el objetivo. Se acercan los citizens, con De Bruyne como factor diferencial. Como en tantas ocasiones en los últimos años. Quizá sea la última vez.
El Manchester City subió los precios de los abonos y de las entradas para los partidos en el Etihad Stadium. Algo que no sentó bien a su hinchada. Durante las últimas semanas se han hecho oír. O mejor dicho, no lo han hecho. Ya la asistencia al partido frente al Aston Villa fue menor de la habitual, como fue la compra de entradas para la semifinal de la FA Cup que su equipo ganó la semana pasada. Aunque el club anunció el jueves la noche revisar los precios, los grupos de aficionados que habían llamado a una protesta previa al partido frente a los Wolves siguieron adelante. El Etihad Stadium presentó una de las peores entradas de los últimos años.