Una jueza federal bloqueó el intento de Trump de prohibir a los estudiantes internacionales en la Universidad de Harvard
Allison Burroughs argumentó que la prestigiosa institución sufriría “un daño inmediato e irreparable” si se mantiene la medida
“Con un simple trazo de pluma, el gobierno ha intentado borrar una cuarta parte del cuerpo estudiantil de Harvard, estudiantes extranjeros que contribuyen considerablemente a la Universidad y su misión”, resaltó Harvard en su demanda. “Sin sus estudiantes extranjeros, Harvard no es Harvard”.
La orden de restricción temporal fue otorgada por la jueza federal de distrito Allison Burroughs. La orden de la magistrada responde a una moción presentada por Harvard.
“Harvard ha demostrado que, a menos que su petición de restringir temporalmente (la orden de Trump) sea aceptada, sufrirá un daño inmediato e irreparable”, apuntó la jueza.

El intento del gobierno de Trump ha sumido al campus en el caos días antes de la graduación, indicó Harvard en la demanda. Los estudiantes extranjeros que dirigen laboratorios, imparten cursos, ayudan a profesores y participan en deportes de Harvard ahora se enfrentan a decidir si transferirse a otra escuela o arriesgarse a perder su estatus legal para permanecer en el país, según el documento.
El impacto es más fuerte en nivel posgrado como el de la Facultad Kennedy de Harvard, donde casi la mitad del cuerpo estudiantil proviene del extranjero, y la Facultad de Negocios de Harvard, en la que alumnos extranjeros representan aproximadamente un tercio del cuerpo estudiantil.
Además del impacto en los estudiantes actuales, la medida busca impedir la llegada de miles de estudiantes que planeaban acudir a clases en verano y otoño.
Harvard, la universidad más prestigiosa de EEUU, afirmó que eso inmediatamente pone a la escuela en desventaja al tiempo que compite por los mejores estudiantes del mundo. Incluso si recupera la capacidad de recibir estudiantes, “los futuros solicitantes pueden evitar postularse por temor a más represalias del gobierno”, se lee en la demanda.
La Universidad de Harvard ya demandó el pasado abril a la Administración republicana con el fin de recuperar su financiación federal, congelada (2.600 millones de dólares) por incurrir en supuestas conductas antisemitas.
La prestigiosa institución es una de las universidades que han visto amenazada su financiación por informes del ‘Grupo de trabajo federal para combatir el antisemitismo’, creado por Trump, por aplicar políticas de ‘discriminación positiva’ o por no dar cabida a lo que el Gobierno califica como “diversidad de ideas”.