No fue en los baños: esta es la parte de los cruceros donde los CDC hallaron una bacteria peligrosa
Un informe federal reveló que varias personas contrajeron una infección pulmonar grave tras exponerse a dispositivos instalados en espacios privados
InfobaeLos Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) identificaron a los jacuzzis privados en balcones de camarotes como la fuente más probable de dos brotes de legionelosis ocurridos entre noviembre de 2022 y junio de 2024. Los hallazgos fueron publicados el 3 de mayo de 2024 en el boletín Morbidity and Mortality Weekly Report (MMWR), documento oficial del organismo.
De acuerdo con el informe, esos equipos no estaban sujetos a los estándares de mantenimiento y operación aplicados a los jacuzzis de uso público a bordo. Esta diferencia operativa permitió la proliferación de Legionella pneumophila, una bacteria que puede provocar infecciones pulmonares graves. Las embarcaciones afectadas realizaban rutas internacionales, aunque no se revelaron sus nombres comerciales.
¿Qué es la legionelosis y cómo se transmite?
La legionelosis es una infección respiratoria causada por la bacteria Legionella, que habita en sistemas de agua. Según el MMWR, la transmisión se produce al inhalar pequeñas gotas de agua contaminada, como las que se generan en duchas, torres de enfriamiento o jacuzzis mal desinfectados. No se contagia entre personas.

¿Qué irregularidades encontraron los CDC en los dispositivos privados?
El análisis técnico del caso detectó deficiencias operativas en los jacuzzis privados que no se encontraban en las zonas comunes. Los CDC explicaron que la ubicación dentro de los camarotes dificultaba su limpieza frecuente. A diferencia de las instalaciones públicas, estos dispositivos no estaban incluidos en los controles sanitarios rutinarios del barco.
Las muestras tomadas durante la inspección arrojaron resultados positivos para Legionella en el agua de varios sistemas. También se documentaron valores inadecuados de cloro y temperaturas que favorecen la multiplicación de bacterias. Estas condiciones, según el informe, contribuyeron directamente a los brotes detectados.
El informe de los CDC recomendó que las navieras realicen un inventario detallado de todos los sistemas de hidromasaje a bordo, evalúen sus características técnicas, y apliquen protocolos de limpieza equivalentes a los exigidos en áreas comunes. También instaron a modificar el diseño o eliminar los dispositivos que no puedan mantenerse en condiciones sanitarias adecuadas.
¿Qué medidas se recomendaron a las líneas de crucero?
El CDC señaló que las compañías operadoras deben establecer procedimientos de limpieza más rigurosos, que incluyan el vaciado completo del agua, la desinfección química apropiada y el control continuo de parámetros físico-químicos. La agencia indicó que los operadores también deberían capacitar a su personal técnico para detectar condiciones de riesgo en estos sistemas.
Un portavoz de los CDC, citado por Travel + Leisure, recomendó que los pasajeros sean precavidos antes de utilizar jacuzzis dentro de camarotes. Como medida adicional, se sugirió el uso de tiras reactivas para medir los niveles de desinfectante y temperatura del agua.
Hasta la publicación del informe, el Programa de Saneamiento de Cruceros (VSP, por sus siglas en inglés), gestionado por el CDC, no incluía la revisión de estos dispositivos como parte de sus inspecciones sanitarias. La agencia propuso incorporar estas unidades en los próximos ciclos de evaluación.

¿Qué implicancias tiene este hallazgo para los viajes en crucero?
Aunque el informe no establece restricciones formales sobre el uso de estos dispositivos, el CDC reiteró que el mantenimiento deficiente de sistemas con agua recirculante puede derivar en brotes infecciosos. La investigación de los casos continuará y el organismo trabajará con operadores del sector para fortalecer los estándares de prevención.
Los CDC también advirtieron que la dificultad para aplicar procedimientos de limpieza en espacios privados, sumada a la alta rotación de pasajeros, incrementa el desafío para evitar este tipo de brotes. Las recomendaciones incluyen adecuaciones operativas, rediseño estructural y monitoreo bacteriológico periódico de las unidades instaladas.