NBA | Rockets 89-103 Warriors (3-4) / El imperio contraataca
Los Warriors vuelven a ganar un séptimo en Houston siete años después con un Hield sembrado y un Curry decisivo. Los Wolves les esperan en semifinales.
El resultado, 89-103, refleja el saber estar de los visitantes en el último cuarto. El 68-75 fue lo más cerca que consiguieron ponerse los Rockets, porque Stephen Curry, quién si no, les golpeó tantas veces como fue necesario para destrozar la poca moral que les quedaba. Y eso que el genial base se había marchado al descanso con solo 3 puntos. Hasta entonces la estrella de la noche fue Buddy Hield. El escolta tuvo uno de esos partidos que le salen muy de vez en cuando pero que son letales para el rival. Llevaba 6 triples al descanso y acabó con un 9/11 (81,1% de acierto) para batir el récord de triples anotados en un séptimo partido de playoffs. Él solo metió más tiros de tres que todo el equipo rival.
Pero hablábamos de Curry, quien acabó con 22 puntos, pero 14 de ellos los metió en el último cuarto. Jugada tras jugada, canasta tras canasta, asistencia tras asistencia, consiguió que la diferencia en el marcador llegara a ser de 20 puntos (74-94), hasta que los Rockets no pudieron más y sus aficionados empezaron a abandonar el pabellón minutos antes del final del encuentro. Draymond Green, el otro superviviente de la época más gloriosa de la franquicia, acabó con 16 tantos, 6 rebotes, 5 asistencias y 2 tapones. Y Jimmy Butler con 20+8+7. El balance positivo desde la llegada del escolta a San Francisco sigue creciendo y ya está en 28 victorias por 11 derrotas en los últimos tres meses.
Los Rockets quedan eliminados y con una sensación bastante mala. Después de haber igualado un 3-1 en contra y de jugarse la bola de partido en casa ante un rival que había dado claros síntomas de cansancio en los últimos dos encuentros, hoy han mostrado su peor versión. Sobre todo los dos jugadores que están llamados supuestamente a ser los líderes del proyecto. Alperen Segun consiguió 21 puntos, 14 rebotes y 5 asistencias, pero falló una cantidad ingente de tiros cercanos al aro, dando muestras claras de inseguridad. Y Jalen Green, con apenas 8 tantos, volvió a ser ese jugador errático que resta más que suma y que hace dudar sobre sus cualidades como verdadera estrella. Quien sí estuvo a la altura fue Amen Thompson (24 puntos, 9 rebotes) al que la presión no pareció afectarle y que ha dado un paso adelante evidente esta temporada. Pero esa parece ser la única certeza indiscutible ahora mismo entre todo el grupo de jóvenes promesas que hay en Houston.
Es la séptima vez que un equipo que acaba séptimo la temporada regular accede a semifinales de conferencia. Y la verdad es que viendo el nivel físico y de juego que han desplegado los Minnesota Timberwolves en primero ronda ante Los Angeles Lakers, cuesta un poco imaginar cómo estos Warriors mayores y más bien bajitos pueden meterle mano a semejante locomotora. Mañana mismo tendremos la primera respuesta a esta duda que a estas horas parece razonable. Dentro de 48 y con los Warriors de por medio, vaya usted a saber...