Montpellier 1-PSG 4 / Semana fantástica del PSG

Los parisinos culminan una semana espectacular, con clasificación a la final de la Champions, tras vencer 1-4 al colista Montpellier.

Andrés Onrubia
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El Paris Saint-Germain puso la guinda a una semana inolvidable en la capital francesa, tras haber certificado, el miércoles, la clasificación a la segunda final de la Champions de su historia. Los parisinos, sin titubear, sin prácticamente pisar el acelerador, vencieron holgadamente al ya descendido Montpellier, 0-3, que se hundió tras el primer gol del partido, firmado por Mayulu, justo antes del descanso. Gonçalo Ramos, con un triplete, fue la gran figura de un encuentro en el que Luis Enrique salió con un once repleto de pocos habituales y que supieron aprovecharlo con creces.

El partido tuvo el ritmo que se esperaba para dos equipos que ya no tienen ningún objetivo en el campeonato. Luis Enrique ya está pensando en la final de la Champions de Múnich y dejó en París a seis titulares indiscutibles, extenuados por el ímprobo esfuerzo realizado para llegar a la última instancia de la máxima competición europea. Fueron tales las rotaciones que incluso Arnau Tenas fue titular.

El español realizó una magnífica intervención nada más comenzar el encuentro. A pesar de que el Montpellier está descendido, el equipo del sur de Francia quería salir de primera división de la manera más honrada posible. Coulibaly estuvo a punto de hacer el 1-0, pero Tenas, con una parada en la que mostró unos reflejos sensacionales, lo evitó.

La zozobra del PSG era total, pero, al borde del descanso, un excelente Senny Mayulu, de 18 años, envió a la escuadra un misil con la pierna izquierda. El canterano, un fijo para Luis Enrique en las convocatorias, una de las mayores joyas de la cantera parisina, aprovechó su oportunidad y rubricó su segundo gol en liga.

La lógica se impuso en Montpellier, hundido tras el 0-1 y sin capacidad de reacción como ha traslucido a lo largo de una temporada para olvidar. Gonçalo Ramos, con dos acciones oportunistas, sentenció la contienda. Primero, tras un pase del joven Mbaye y, después, desde los once metros, en un penalti provocado por Doué y cometido por un inocente Ferri. Aunque Coulibaly redujo distancias, su gol fue un espejismo, porque el portugués, desatado, firmó el 1-4 minutos después y consumó su hat-trick. Un triunfo sin efectos en la clasificación, pero importante para enchufar a jugadores con menos minutos.

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