Milan 3- Bologna 1 / Santi Giménez reina en San Siro

Dos goles del mexicano y otro de Pulisic dieron el triunfo al Milan ante un Bologna que amenazó con llevarse el partido con un tanto de Orsolini.

Héctor Pérez

As

No hubo gloria sin sufrimiento en San Siro. El enfrentamiento entre Milan y Bologna dejó un partido bonito que se convirtió en la antesala de lo que vivirán los dos equipos en el Olímpico de Roma para disputar la final de Coppa. Un enfrentamiento que cayó del lado local con un resultado final de 3-1, pero que durante algunos tramos dejó incertidumbre de lo que pudo suceder.

En la primera parte casi todo se condensó por el lado del equipo de Vincenzo Italiano. El Milan, que no generó problemas, y no encontró ni a João Félix o Jovic, se dejó amenazar por un Bologna que tuvo las ideas más claras. Con un Benjamín Domínguez que condensó el juego por la banda, Maignan tuvo que aparecer en más de una ocasión para evitar que su equipo encajara gol.

Con una superioridad visitante, el paso por vestuarios hizo presagiar lo peor. Orsolini dejó un golazo que silenció a todo el estadio. La afición rossoneri, que pitó a su equipo en alguna ocasión en un tramo del partido, se reservó su último aliento para animar a los cambios del equipo.

En clave local, cualquier cambio de Sérgio Conceiçao surtió efecto para variar el escenario del enfrentamiento. Con un Milan que vio las orejas al lobo, en cuanto el caos se apoderó del partido el devenir de las cosas cambió. Dos goles de Santi Giménez y uno de Pulisic sirvieron para marcar una remontada de corazón, con el mexicano demostrando una vez más que lo de hacer goles se le da bien.