M. City 3 - Bournemouth 1 / El City es de Champions
El madrileño Rodri volvió a jugar ocho meses después, en un partido en el que el City encarriló su clasificación para la Champions en el adiós de De Bruyne.
Con la intensidad de campañas anteriores, el Manchester City salió dispuesto a asentarse en los puestos de Liga de Campeones. Dominando, encerrando atrás al Bournemouth y generando peligro. A través de Kovacic, de Bernardo, de Haaland, que intentó un remate acrobático en el segundo palo a centro de De Bruyne. Poco antes de alcanzar el primer cuarto de hora, fue Marmoush quien abrió la lata con un golazo desde lejos. Recibió en el centro del campo, avanzó unos metros y sacó un derechazo que se alojó en la red después de dar en el poste. Después de celebrar el tanto, la grada respondió asombrada a cada repetición de la acción en el marcador. Entró por la escuadra. Imparable.
Diez minutos más tarde, De Bruyne estuvo a punto de intensificar la emoción de la noche, pero erró cuando lo tenía todo a favor. Marmoush cruzó un balón, raso, por delante de la portería de Arrizabalaga. De Bruyne llegó para rematar a meta vacía, pero su disparo dio en el larguero. Cada jugador celeste empezó a buscar entonces a su capitán. Era su noche. Pero el Bournemouth avisó de que había puntos en juego. No quería ser un invitado más a la fiesta. Tavernier recibió un balón al espacio y vio la llegada de Evanilson en solitario por el centro. Encontró a su compañero, pero su remate lo escupió el poste. El City captó el mensaje y volvió a la ofensiva. Sin miramientos. Presionó y presionó, hasta que Gündogan recuperó un balón en el área que ofreció a Bernardo. El portugués anotó el segundo tanto con un tiro cercano. Ventaja ampliada. Calma.
De Bruyne no fue el único en atraer el cariño y la atención del Etihad Stadium. La hinchada local se puso en pie para dar la bienvenida a Rodri cuando el madrileño abandonó el banquillo para calentar. También cuando lo terminó. Y con mayor ruido e intensidad cuando saltó al césped. Antes, Nico González había ingresado en la medular. Acelerando la despedida de De Bruyne. El español sustituyó al belga cuando Kovacic vio la roja directa por trabar a Evanilson con el atacante encarando la meta de Ederson. De pie, nuevamente, la afición del City y también sus compañeros, despidieron al capitán. A un jugador legendario para la entidad.
Kovacic no fue el único expulsado. Cook se fue a la caseta por entrar duramente, con ambos pies por delante y derribar a González. Aunque luego tuvo tiempo de anotar el tanto de la honra, ahí se despidió el Bournemouth, si no lo había hecho ya, de cualquier opción de disputar competición europea la próxima campaña. Habría sido la primera vez. El sueño de los de Iraola tendrá que esperar. El City, por su parte, sigue en buena plaza. Recuperó el tercer puesto, encaminando su clasificación para la Liga de Campeones.