Parma 2 - Inter 2 / Bernabé pone el scudetto al rojo vivo
Un golazo del español despertó al Parma, que igualó un 0-2 contra el Inter. El Nápoles, el lunes, puede acercarse al liderato de los milaneses.
En el Tardini hubo muchos reencuentros. Cristian Chivu, técnico de los locales, necesitaba puntos para acercarse a una salvación que todavía está lejos (empezó el partido con solo tres puntos de ventaja sobre la zona roja) ante el equipo cuya camiseta vistió durante siete años inolvidables y con el que inició su camino como entrenador. Otro ex del partido fue Darmian, que en Parma renació tras su experiencia en el United y que, después de una enorme oportunidad desperdiciada por Bonny, abrió el marcador. En el 15′, el lateral finalizó una jugada colectiva con un zurdazo en el área que golpeó el poste y batió a Suzuki.
A partir de entonces, hubo ocasiones en ambas áreas: Sommer, como hizo ante Bonny, neutralizó con un paradón un intento de Man, mientras que Suzuki ganó un mano a mano con Lautaro. Justo antes del descanso, sin embargo, llegó el 0-2 con otro nombre importante para la tarde. Marcus Thuram, que nació en Parma mientras su padre Lilian se convertía en una leyenda del club, recibió un centro de Mkhitaryan y un golpeo raro y afortunado (hubo revisión del VAR por una posible mano tras el disparo, y las dudas siguieron) se convirtió en una vaselina perfecta, la del 0-2. El delantero apenas celebró el tanto y su padre, en la grada, movía la cabeza de un lado a otro, incrédulo.
Los dos goles de ventaja relajaron demasiado al Inter, que tardó en reactivarse en la segunda mitad. Ese tiempo le fue suficiente al Parma para igualar el marcador, gracias a una actitud valiente y al golazo de su hombre clave, Adrián Bernabé. El español, en el 60′, celebró su primer tanto en la Serie A con un zurdazo desde fuera del área imparable para Sommer, y cambió la tarde. Mientras Inzaghi pensaba en el Bayern, quitando del campo a titulares indiscutibles como Calhanoglu, Dimarco, Bastoni y Lautaro, los de Chivu crecían. Y, en el 69′, llegó el 2-2: lo anotó Ondrejka, que penetró en el área y cuyo disparo, desviado por Acerbi, sorprendió al guardameta rival.
Ahí el Inter se despertó, volviendo al ataque tras más de 20 minutos sin generar peligro, pero lo hizo mal y tarde, y además debe darle las gracias a Pellegrino, que chutó fuera un centro de Valeri que valía el 3-2. Mientras el Parma celebraba un punto vital, los nerazzurri volvieron al vestuario cabizbajos. La pelea por el scudetto se pone al rojo vivo.