La quinta factura de Flick
El Barça se conjura para cobrarse en Leganés la derrota de la primera vuelta, como hizo con Las Palmas, Real, Osasuna y Atleti. Araújo, Martín, Eric, Gavi y Ferran pueden ser titulares.
Cuando todos empezaron a desconfiar de él, el Barça se rebeló. Y casi cuatro meses después de ese batacazo, se ha convertido en una máquina de aniquilar rivales y que se mueve en las mejores cifras goleadoras de su historia. Con un portero, Szczesny, que no ha perdido y se ha convertido en ídolo, y con un tridente desbocado, que suma 82 goles y al que acompañan creadores como Pedri, soldados como Koundé o Iñigo, jóvenes como Cubarsí o Balde, y futbolistas resucitados como De Jong.
Es difícil saber cuántos de esos jugarán esta noche en Leganés. Ni siquiera Lamine tiene el sitio asegurado. El Barça tendrá menos de 72 horas de descanso antes del partido de vuelta contra el Borussia Dortmund y, pese al 4-0, Flick sabe bien que la experiencia del club en Europa durante la última década está llena de naufragios históricos. No puede titubear. Es el momento de la Unidad B. Araújo, Gerard Martín, Eric, Gavi o Ferran le darán otra morfología al once de Flick. Pero el resultado debe ser el mismo. El Barça necesita ganar para no sentir el aliento en la nuca de un Madrid herido, pero aún en pie.
El Leganés lleva sólo un punto de los últimos doce y está en puestos de descenso, pero viene de competir hasta donde le dejaron en el Bernabéu, y de no poder por el Betis por un mal mediodía de Dmitrovic. Borja Jiménez ha demostrado saber competirle a los mejores. Le ha ganado a Barça, Atlético, y sólo ha perdido en el último segundo contra el Madrid en Copa y Liga. El técnico del Leganés sabe que necesita el partido perfecto. Orden defensivo, una gran actuación de su portero, réditos del balón parado como en Montjuïc y el talento de Dani Raba, que lleva cuatro goles en los últimos tres partidos y se mueve como pez en el agua como mediapunta o falso nueve. Aunque arrastra molestias, su zurda es uno de los peligros que amenazan el folio de Flick, que llega con el rotulador rojo a marcar su última crucecita en Getafe.