Fantástico sólo es Bellingham
El inglés fue el único de los cuatro atacantes del Real Madrid que dio mínimamente la talla ante el Arsenal. Mbappé, mucha presencia, mucho regate, mucha llegada... y nula puntería. Vinicius sigue perdido y Rodrygo no aparece.
La pregunta iba por Los 4 Fantásticos, por esos cuatro futbolistas que acumulan 80 tantos para el Madrid en lo que va de campaña (Mbappé 33, Vinicius 20, Rodrygo 14 y Bellingham 13) y que, se supone, son el motor blanco en ataque cuando las cosas no marchan atrás ni en el medio. Pero ante el Arsenal, nada de eso: sólo Bellingham dio mínimamente la talla, y ni siquiera demasiado. El inglés trabajó en defensa como el que más, aunque se vio perjudicado por el plan algo rácano del Madrid, que entregó en exceso el balón al Arsenal en la primera parte, y una acción suya fue clave para la mejor ocasión del partido para el Madrid. Recuperó en banda, condujo y filtró un pase estupendo a Mbappé que este no supo aprovechar, pues estrelló el esférico en Raya. Su tiro salió muy centrado, casi sin dirección.
Del francés puede decirse, eso sí, que no se escondió: fue el que más disparó del Madrid (tres veces) y el que más entre palos (dos), también el que intentó más regates (siete) y el que completó más (cuatro)... Pero el delantero centro del Madrid tiene como misión principal marcar las que tenga y ahí sacó un cero Kylian, marrando su mejor oportunidad con un disparo al muñeco y sin dañar apenas en el resto del partido al sistema defensivo del Arsenal. Mbappé había roto en los últimos tiempos su costumbre de rendir por debajo de lo esperado ante los grandes, sobre todo gracias a su buen partido en Arabia ante el Barça, pese a la derrota, y a su hat-trick frente al City en el Bernabéu, haciendo también un gol en la ida del Etihad. Ante el Arsenal, Mbappé volvió a la irrelevancia. Y el Madrid le echó en falta.

Aunque si hay dos suspensos claros en el ataque del Madrid, esos son claramente los dos extremos, los dos brasileños: Vinicius y Rodrygo. El segundo estuvo desaparecido, simplemente: apenas un remate que no fue entre palos, un solo regate y no exitoso, un buen porcentaje de pases (95%) donde no hacía daño... Su posición y su rol en el equipo, con la obligación de pegarse a la derecha y defender casi como un doble lateral cuando el rival caza el balón, sin duda no favorece su frescura a la hora de atacar. Pero su momento de forma empieza a ser muy preocupante: un sólo gol en los últimos 17 partidos es un bagaje muy escaso.