Trump tiene su estrategia de negociación con Putin y suspende la ayuda a Ucrania como señal política a Zelensky y Europa
El presidente de Estados Unidos no quiere interferencias en su diálogo con el Kremlin, descarta al mandatario ucraniano como interlocutor y soslaya la propuesta de tregua que diseñaban Macron y Starmer con el respaldo de la OTAN
InfobaeCon la suspensión de la ayuda militar a Ucrania, Donald Trump envió una señal política directa a Volodimir Zelensky y Europa: negociará a solas con Vladimir Putin para sellar la paz entre Kiev y Moscú.
La suspensión de la ayuda militar de Estados Unidos, un 30 por ciento del total que recibe Ucrania para enfrentar a Rusia, actúa como un condicionante para excluir a Zelenski de la mesa negociaciones. El mandatario ucraniano rechaza la estrategia de negociación de Trump, y exige participar en todas las conversaciones con los enviados de Putin.
“El Presidente ha sido claro en que está centrado en la paz. Necesitamos que nuestros socios también se comprometan con ese objetivo. Estamos haciendo una pausa y revisando nuestra ayuda para asegurarnos de que está contribuyendo a una solución”, anunció un funcionario de Trump que vive a su sombra.

El consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, puso en términos exactos qué espera Trump de Zelensky para reanudar los envíos de armamento a Ucrania.
“Lo que necesitamos oír del presidente Zelensky es que lamenta lo que pasó, que está dispuesto a firmar este acuerdo sobre minerales y que está dispuesto a entablar conversaciones de paz”, sostuvo Waltz en declaraciones periodísticas.
De las tres condiciones fijadas por el consejero republicano -un ultimátum político-, Zelensky sólo cumpliría con aceptar el contrato de extracción de minerales, que establece un fondo para la reconstrucción de Ucrania.
No pedirá disculpas por la abrupta discusión en el Salón Oval, y menos aún se sentará a negociar con Putin un armisticio que podría dejar a Ucrania en una posición de debilidad militar.
Con Zelensky puesto en jaque perpetuo, Trump completa su movida soslayando la iniciativa de tregua que definen Keir Starmer y Emmanuel Macron en representación de la mayoría de los líderes europeos. Putin no quiere a la OTAN en la mesa de negociaciones, y el presidente de los Estados Unidos avala esa exigencia.

La iniciativa Starmer-Macron establece una tregua entre Kiev y Moscú, y fija la necesidad de desplegar tropas en Ucrania para evitar que Putin ejecute una nuevo invasion militar. Europa y la OTAN defienden estas condiciones básicas del cese de fuego, y protegen a Zelensky frente a la presión constante de Trump.
“El viernes por la noche, en el Despacho Oval de la Casa Blanca, ante las lentes de todo el mundo se desarrolló una sombrosa escena marcada por la brutalidad, un deseo de humillar, con el objetivo de hacer que el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, se doblegue a través de amenazas, para que ceda a las demandas de sus agresores”, dijo el primer ministro de Francia, François Bayrou, en referencia a Trump y su vicepresidente JD. Vance.
Bayrou es aliado directo de Macron y desde hace años es una figura de muchísimo peso en el establishment político de Francia. Sus declaraciones en el Parlamento exhiben la tensión que hay entre Europa y la Casa Blanca, que apuesta a liderar en soledad las negociaciones con Putin.

Esta lógica política que ejecuta Trump no concluye en el eventual desplazamiento de Zelenski y en el rechazó con tono diplomático de la propuesta de tregua que definen Starmer y Macron.
La Casa Blanca consultó al Departamento de Estado y a la Secretaria del Tesoro acerca de las sanciones que impuso Estados Unidos a instituciones rusas y a “oligarcas” vinculados a Putin.
La consulta apunta a definir un nuevo gesto político de la administración republicana al Kremlin: se trata de levantar ciertas sanciones para aceitar las negociaciones entre Washington y Moscú.
Trump tiene su propia hoja ruta para terminar la guerra en Ucrania. Una estrategia de negociación que implica excluir a Zelensky y Europa, pese a su protagonismo geopolítico en un conflicto que inició Putin para cumplir con su sueño imperial.