Pasó de ser genio por hackear un iPhone y trabajar en Apple a ser despedido por no contestar un correo
Esta es la historia de Nicholas Allegra, un joven que se dio a conocer por crear un sistema para alterar los celulares de Apple, algo que parecía imposible
InfobaeA finales de la década de 2000, Apple se encontraba en una constante batalla por mantener el control absoluto sobre su ecosistema cerrado, especialmente en lo que respecta a su sistema operativo iOS. Sin embargo, en medio de este panorama, un joven de 19 años originario de Chappaqua, Nueva York, logró una hazaña tecnológica que cambiaría para la percepción sobre la seguridad del iPhone: el jailbreak.
Sin embargo, su historia no terminó en una victoria. Tras haber sido contratado por la propia empresa, su carrera dio terminó de manera inesperada por un correo electrónico que no contestó.
Comex se dio en 2010, cuando, a tan solo 19 años, presentó JailbreakMe, una herramienta que permitía a los usuarios de iPhone 4 liberar sus dispositivos de las restricciones impuestas por Apple. Lo innovador del sistema era que no requería de conexiones físicas ni de complicados procesos. JailbreakMe funcionaba directamente desde el navegador Safari, aprovechando una vulnerabilidad en una de las bibliotecas de este.

En poco tiempo, su herramienta se convirtió en un éxito rotundo. En menos de un mes, más de dos millones de personas descargaron la aplicación, lo que provocó que la comunidad tecnológica pusiera sus ojos en el joven hacker.
Lo que comenzó como un desafío al sistema cerrado de Apple se convirtió rápidamente en una de las más grandes amenazas a la seguridad de iOS. Pero, en lugar de perseguir legalmente a Allegra, Apple tomó una decisión que sorprendió a muchos: contrató al joven hacker.
En 2011, Nicholas Allegra empezó su pasantía en Apple, trabajando de manera remota y aprovechando sus habilidades para mejorar la seguridad del sistema operativo de la compañía. Apple, que hasta ese momento se había mantenido firme en su postura anti-jailbreak, decidió darle una oportunidad al joven, reconociendo sus excepcionales capacidades técnicas.
Aunque muchos esperaban que Allegra fuera tratado como una estrella dentro de la empresa, la realidad fue diferente. Su vínculo con Apple no fue tan idóneo como podría parecer, y su tiempo allí fue breve. Aunque la compañía le ofreció un contrato como becario durante un año, Allegra no fue tratado como un empleado ordinario.

Su tarea consistía en ayudar a mejorar la seguridad del sistema operativo, algo que parecía lógico teniendo en cuenta su destreza para identificar y explotar vulnerabilidades.
A pesar de las expectativas de muchos, su tiempo en la empresa no estuvo exento de dificultades. En 2012, cuando su contrato estaba por finalizar, Allegra se encontró con un obstáculo que pondría fin a su relación con Apple. Durante los últimos días de su pasantía, recibió un correo electrónico solicitando su confirmación para renovar su contrato y continuar trabajando en la empresa.
Sin embargo, por una razón desconocida, el joven no respondió a tiempo. A pesar de la relevancia de su trabajo en el área de seguridad, Apple no toleró el descuido, y, sin más explicaciones, decidió rescindir su contrato.
En un mensaje en su cuenta de X, Allegra explicó con una notable franqueza que su despido fue causado por “olvidarse de responder un correo electrónico”. La ironía de la situación fue evidente para todos aquellos que conocían la historia del joven, que había sido contratado por Apple tras haber hackeado con éxito uno de sus productos más emblemáticos.

Cuál fue el impacto del hackeo creado por Comex
El hackeo de Allegra, a través de su herramienta JailbreakMe, mostró las vulnerabilidades de iOS y dejó una huella imborrable en la comunidad de desarrolladores y en la industria de la seguridad. El jailbreak, que se popularizó por su simplicidad y efectividad, permitió a los usuarios instalar aplicaciones no aprobadas por Apple, personalizar el sistema operativo y utilizar sus dispositivos con operadores distintos al original.
A pesar de los riesgos que implicaba, como la anulación de la garantía de los dispositivos y la exposición a vulnerabilidades de seguridad, JailbreakMe cambió para siempre la manera en que los usuarios interactuaban con sus dispositivos Apple.
Más allá del impacto inmediato, el trabajo de Allegra dejó una marca duradera. Durante su corta estancia en Apple, el joven logró atraer la atención de la industria y la comunidad de hackers, siendo considerado por muchos un verdadero prodigio de la seguridad informática.

A Comex le interesó la ciberseguridad desde muy joven. A los 9 años ya había aprendido a programar por sí mismo, y a los 18 años ya había logrado romper las medidas de seguridad de uno de los sistemas más sofisticados del mundo. Su historia puso en evidencia las limitaciones de las grandes corporaciones tecnológicas a la hora de asegurar sus productos frente a los ataques más ingeniosos.
A lo largo de la última década, su nombre ha permanecido en la historia del hacking, aunque en un perfil más bajo. Actualmente, se encuentra centrado en proyectos personales y mantiene un perfil discreto, sin ocupar roles visibles dentro de la industria.