Japón no se queda atrás con China y enseña el destructor más grande de su clase con fecha límite 2028

El país asiático prepara dos unidades de sus nuevos buques equipados con el sistema Aegis. Será el de mayor tamaño de toda su flota.

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Durante la pasada Exposición Internacional de Defensa (IDEX), celebrada en Abu Dabi, Japón presentó el que será su destructor del futuro. En un contexto geopolítico marcado por la incertidumbre, el país nipón no quiere quedarse a la cola de las grandes potencias militares y trabaja ya para poner las bases de nuevos vehículos bélicos.


Así, la compañía Lockheed Martin (estadounidense) presentó en sociedad una maqueta del buque con el que contará Japón, equipado con el sistema Aegis (ASEV). Una nueva clase de destructor, creado para la defensa antimisiles balísticos y la defensa aérea. Será, con 190 metros de eslora (largo) y 25 de manga (ancho), el más grande de su tipo. El Gobierno japonés pretende hacerse con dos unidades de este destructor, y espera poder tenerlo listo en marzo del año 2028.

Una apuesta que supone, además, un cambio de tendencia en los planes militares recientes de Japón. Y es que el programa de buques equipados con el sistema Aegis llegó en 2020, tras cancelar el pasado sistema terrestre Aegis Ashore por fallos en los componentes. Así, hace cinco años se anunció la creación de este programa, con el que se busca mantener la cobertura de defensa ante misiles balísticos, con potenciales amenazas en la región por parte de China y Corea del Norte, principalmente.

Cambio en el diseño

Inicialmente, estaba concebido como una plataforma dedicada a la defensa contra misiles balísticos, pero con el tiempo el diseño de los ASEV evolucionó para incluir capacidades ofensivas. Desde su propuesta inicial hasta la fecha, sus dimensiones han cambiado. Se esperaba que tuviera 200 metros de eslora (en lugar de los 190 finales) y un desplazamiento de 22.000 toneladas (tiene, finalmente, 12.000).

Pero el coste mayor de lo previsto, junto a su maniobrabilidad e integración operativa hicieron que sus características se vieran menguadas. Eso sí, pese a ello será el mayor de los destructores japoneses en desplazamiento, más incluso que el más reciente de la clase Maya. En cuanto al precio, se estimaba que podían costar 392.000 millones de yenes (2.420 millones de euros) cada uno, pero el incremento del coste de los materiales y las fluctuaciones de las divisas lo han elevado hasta los 783.900 millones de yenes (4.800 millones de euros).

Armamento a bordo

Se espera que el primero de estos buques sea puesto en servicio en 2027, mientras que el segundo entraría en funcionamiento un año más tarde. Cada uno de los buques serán operados por unas 240 personas, que contarán con estancias diseñadas para estancias prolongadas.

Contará, entre sus características de combate, con el sistema de radar multifunción AN/SPY-7, desarrollado por Lockheed Martin. El núcleo de su sistema es considerado por la compañía como el “radar multifunción más avanzado del mundo”, y tiene una capacidad de seguimiento cinco veces mayor al actual, siendo capaz de monitorizar diversas amenazas al mismo tiempo.

Otro radar, el AN/SPQ-9B, se encargará de explorar misiles de crucero antibuque de bajo vuelo, amenazas de superficie y objetivos aéreos de movimiento lento, como pueden ser drones y helicópteros. Como elementos ofensivos, tendrá 128 celdas de sistema de lanzamiento vertical (64 en la proa y otras tantas en la popa), que transportarán misiles tierra-aire SM-3 y SM-6.

Finalmente, su sistema de control de armas Tomahawk le permitirá operar con misiles de crucero de este tipo, pudiendo lanzar ataques terrestres de largo alcance. Un cañón Mk45 Mod 4 de 127 mm, dos torretas de cañones en el centro del buque y dos sistemas de armas de corto alcance completan su repleto arsenal. Por otro lago, contará también con un hangar con capacidad para dos helicópteros SH-60.

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