Israel interceptó un misil lanzado por los rebeldes hutíes desde Yemen que tenía como objetivo el aeropuerto de Tel Aviv
Las Fuerzas de Defensa informaron que el proyectil fue neutralizado antes de ingresar al espacio aéreo israelí. Además, señalaron que las sirenas de alerta se activaron conforme al protocolo de seguridad, como medida preventiva ante el riesgo de caída de escombros
En su declaración, los hutíes indicaron que habían lanzado un “misil balístico hipersónico” contra el aeropuerto Ben Gurion y que atacaron nuevamente a un grupo de portaviones estadounidenses en el Mar Rojo.
Este ataque se enmarca dentro de una serie de ofensivas que los rebeldes hutíes han llevado a cabo en apoyo a los terroristas palestinos desde que comenzó el conflicto en Gaza. Tras una tregua entre Israel y Hamas que comenzó a mediados de enero, los hutíes habían pausado sus ataques, pero los reanudaron después de que Estados Unidos realizara bombardeos en Yemen el pasado sábado.

El martes los hutíes afirmaron haber realizado dos ataques con drones contra Israel: uno dirigido a Tel Aviv y otro a la ciudad costera de Ascalón, en lo que describieron como una acción “exitosa” en apoyo a los palestinos en Gaza.
El portavoz militar hutí, Yahya Sari, detalló en un comunicado en Telegram que el primer ataque tuvo como objetivo “un sitio vital y sensible” en Tel Aviv, mientras que el segundo se dirigió a una zona industrial en Ascalón, ubicada a unos 56 kilómetros al sur de la capital israelí. Según Sari, el dron utilizado alcanzó su objetivo “de forma precisa”.
Hasta el momento, las autoridades israelíes no han informado sobre daños o víctimas como consecuencia de estos ataques. No obstante, los hutíes advirtieron que mantendrán su ofensiva hasta que se levante el bloqueo sobre Gaza. “Confirmamos que continuaremos apoyando al pueblo palestino y que estas operaciones no finalizarán hasta que cese la agresión contra Gaza”, señalaron en su comunicado.

Escalada en Yemen y ataques de los hutíes
El conflicto en Yemen escaló desde el pasado sábado, cuando Estados Unidos lanzó una serie de bombardeos contra posiciones hutíes en varias ciudades del norte y centro del país, incluida la capital, Saná.
El presidente Donald Trump ordenó una ofensiva militar “decisiva y poderosa” en los mares Rojo y Arábigo, con el objetivo de interferir en lo que calificó como una “campaña implacable de piratería, violencia y terrorismo” e impedir los “ataques a embarcaciones estadounidenses”.
“Usaremos una fuerza letal abrumadora hasta que hayamos logrado nuestro objetivo de proteger el transporte marítimo, aéreo y naval estadounidense, y restaurar la libertad de navegación”, señaló Trump.

Por su parte, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, agregó que la campaña se centraría en “la libertad de navegación y en restaurar la disuasión”. Hegseth también advirtió que hasta que estos objetivos se logren, la respuesta sería implacable.