Hora de decisiones fuertes en River: una derrota que apura a Gallardo

El Muñeco dejó en claro que no le temblará el pulso para cambiar el rumbo. La derrota frente a Talleres marcó un límite y la paciencia del hincha se agota. Se espera un clima caliente el domingo en el Monumental.

Juan Cortese

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La derrota de River frente a Talleres no fue una más. No solo por tratarse de una final, por más devaluada que esté y aunque haya sido por penales, sino porque era la cita esperada por todos en Núñez para marcar un punto de inflexión en un año que no comenzó de la manera esperada.

La falta de identidad del equipo, luego de un mercado de pases que aventuraba otra realidad, ya había evidenciado el descontento de los hinchas en varios partidos. Los resultados no fueron tan negativos como las decepcionantes actuaciones, aunque también es cierto que lo importante aún no comenzó.

Por eso hay tanta preocupación en River: saben que si no corrigen a tiempo, los problemas se trasladarán a la Copa Libertadores con el riesgo de repetir las frustraciones del año pasado. “Estamos a tiempo de cambiar”, fue la frase que más resonó de Marcelo Gallardo en la conferencia de prensa.

El Muñeco tiene en mente diferentes variantes y no solo de jugadores, sino de manera de conducir al grupo. La actual receta no le sirvió para potenciar al plantel ni hacerlo reaccionar en un partido decisivo como el de anoche, en el que era sabido que una derrota iba a ser más fuerte que una eventual victoria.

El clima del hincha de River en el Monumental

El domingo se espera que el simpatizante millonario haga saber su descontento con el presente futbolístico del equipo. A las 19.15 comenzará el partido frente a Atlético Tucumán, pero el termómetro comenzará las mediciones desde un rato antes con el repaso de las formaciones.

El cuerpo técnico sabe que quizá se haya llegado a un límite, porque se esperaba un despegue que no sucedió. Algunos nombres reaparecerán, mientras que otros dejarán su lugar y la tendrán muy complicada para volver con el foco puesto especialmente en la mitad de la cancha.

Si hay alguien en River con crédito de sobra y una armadura protectora para tomar decisiones ese es Gallardo. Por eso se animó frente a los micrófonos y nadie duda que también lo hará en los papeles, para sostener la idolatría y mantener las ilusiones que habían despertado su resonante regreso.