Hallazgo del Curiosity en Marte: “Es posiblemente lo más emocionante descubierto hasta ahora”

El rover de la NASA ha descubierto las moléculas orgánicas más grandes halladas en el planeta rojo, lo que esclarece aún más el pasado viable de Marte.NASA

Diego Delgado
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Marte está cada vez más cerca de albergar vida, quien sabe si más pronto que tarde, nuestra vida. El rover Curiosity de la NASA ha detectado las moléculas orgánicas más grandes halladas hasta la fecha en el planeta rojo, lo que podría aportar nuevas pistas sobre su pasado, y evidencias de existencia desde hace miles de millones de años. El hallazgo, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, refuerza la teoría de que en la antesala del cuarto planeta del sistema solar pudo confeccionarse una química orgánica compleja.

Los compuestos detectados, entre ellos decano, undecano y dodecano, emergieron tras el análisis de una muestra de roca pulverizada de 3.700 millones de años de antigüedad. Esta exploración fue realizada por el minilaboratorio SAM (Análisis de Muestras en Marte, en sus siglas en inglés), a bordo del Curiosity. Los científicos creen que estas moléculas podrían ser fragmentos de ácidos grasos, componentes químicos esenciales para la vida en la Tierra, aunque también es posible que se formaran por procesos geológicos sin la intervención de organismos vivos.

Si bien no se puede confirmar que estos conjuntos de átomos sean evidencia de vida pasada en Marte, su descubrimiento suma un importante eslabón en la búsqueda de biofirmas, es decir, evidencias de vida pasada. La Dra. Caroline Freissinet, autora principal del estudio, subraya que “como ahora sabemos que Marte puede preservar estas moléculas complejas y frágiles, significa que podríamos detectar vida antigua en el planeta rojo”.

El hallazgo ha reavivado el interés por traer muestras de Marte a la Tierra para estudiarlas con herramientas más sofisticadas. Curiosity, que aterrizó en el cráter Gale en 2012, lugar donde se ha producido el descubrimiento, ha recorrido más de 34 kilómetros en su exploración del Monte Sharp, acumulando evidencias sobre la evolución del entorno marciano de húmedo a seco. Uno de los momentos clave en esta investigación fue la recolección en 2013 de una muestra de roca en la bahía Yellowknife, en el cráter Gale, un antiguo lecho lacustre. Esta muestra, conocida como Cumberland, se ha conservado a bordo del rover y ha sido objeto de numerosos análisis a lo largo de los años.

La investigación marciana, en un punto álgido

Los resultados han generado entusiasmo en la comunidad científica. “Es lo más cerca que hemos estado de detectar una señal importante relacionada con una biomolécula”, comentó el Dr. Ben KD Pearce, profesor adjunto del Departamento de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias de Purdue y director del Laboratorio de Orígenes y Astrobiología. Sin embargo, los científicos coinciden en que aún no se ha encontrado evidencia definitiva de vida en Marte. Para responder a esta pregunta, será crucial analizar muestras en laboratorios terrestres con tecnología avanzada.

Mientras tanto, la Agencia Espacial Europea planea lanzar en 2028 el rover ExoMars Rosalind Franklin, equipado con herramientas capaces de perforar hasta dos metros bajo la superficie marciana. Además, el rover Perseverance, de la NASA, ya está recolectando muestras del cráter Jezero con el objetivo de traerlas a la Tierra en la década de 2030.

Los hallazgos de Curiosity representan un avance significativo en la exploración de Marte y en la comprensión de su pasado. “Es un gran triunfo para todo el equipo”, afirmó la investigadora de Purdue y coinvestiigadora del Perseverance, Briony Horgan. A medida que la exploración del planeta rojo continúa, los científicos esperan que futuros experimentos puedan revelar más secretos sobre la historia de uno de nuestros vecino y su potencial para albergar vida en el pasado, y quien sabe si en el futuro.

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