Benfica 0- Barcelona 1 / Hay jugadores que valen por dos
Un Barça en inferioridad desde el minuto 22 por expulsión de Cubarsí gana en Lisboa gracias a las actuaciones de Szczesny, Koundé, Raphinha y un Pedri catedralicio.
Hansi Flick, como era previsible, sacó el equipo esperado, que si no es el de gala sí que está claro que es el qué más le gusta al entrenador alemán a día de hoy y, probablemente, el que tenía desde hace tiempo en su cabeza. Lo que seguramente no tenía era que el partido empezaría tan a lo loco como el último, aunque en términos diferentes al de hace seis semanas.
A los 20 segundos, Szczesny ya tuvo que salvar un remate de Aktürkoglu, un minuto después la tenía Barreiro y el estadio lisboeta era un vendaval que el Barcelona trató de capear como pudo. Y en un principio, lo logró.
Gracias a Pedri y a De Jong, los blaugrana se calmaron, se hicieron con la pelota y empezaron a decantar el signo del partido. Tuvieron en esos momentos de dominio los blaugrana la oportunidad de golpear primero. Al inicio con un disparo de Olmo lejano y después con una triple ocasión que Trubin evitó ante Lewandowski y Lamine Yamal. Estaba claro que si alguien quería reivindicarse respecto al último partido eran los porteros, que la liaron gorda.
Con el partido aparentemente controlado por los barcelonistas llegó la jugada clave del partido. Pavlidis, que sigue siendo un dolor de muelas, se fue hacia la portería del Barça y Cubarsí le derribó en la frontal. Tarjeta roja y partido nuevo con 70 minutos por delante.
Flick decidió arreglar la inferioridad retirando del campo a Dani Olmo ante la sorpresa general y del de Terrassa en particular. Con uno menos, el Barça tenía que reorganizarse y el Benfica estaba ante su gran oportunidad.
Pero los portugueses la dejaron pasar en primera instancia por errores propios en el campo y en la grada. En el campo, Barreiro empezó a hacer entradas a Íñigo Martínez fuera de tiempo que pararon el partido y cuando más apretaban los locales, su grada de animación empezó a tirar bengalas y petardos y el partido tuvo que pararse unos minutos.
Tiempo que aprovechó el Barcelona para reorganizarse con Araújo en el campo y empezar a sacar las garras en contragolpes peligrosos que Raphinha no supo culminar. Atrás, Balde y Szczesny mantenían controlados a los portugueses hasta llegar al descanso.
Quedaba mucho por delante y el Barça con uno menos sabía que iba a sufrir porque se iba a ver obligado a jugar un partido al que no están acostumbrados.
El inicio de la segunda parte fue un adelanto de la penitencia que iba a vivir el Barcelona. Szczesny evitó dos goles en un nuevo inicio de película de terror. Lamine Yamal no ayudaba en las coberturas ante Carreras, gigante de nuevo, y Schjelderup. Flick envió al de Rocafonda al banquillo para aportar las piernas que no tenía Lamine Yamal, en pleno ayuno de Ramadán y que se fue muy cansado.
Pintaba la cosa muy mal, pero el Barça, es decir Raphinha, supo aprovechar la única ocasión que se le presentaría en toda la noche. El verdugo del Benfica hace un mes y medio aprovechó un despiste y a partir de ahí el Barcelona supo desplegar su manual de resistencia con Szczesny en la portería, Koundé y Araújo en defensa, Raphinha en ataque y Pedri en todas partes. Con uno menos, hay jugadores que valen por dos.