Atlético 1 - Athletic 0 / El Atleti líder, picotazo a picotazo
El Atleti aprovecha el pinchazo del Madrid y se pone líder momentáneo de la Liga. Decidió la Araña, suplente de inicio. El Athletic se estrelló en los palos (3).
El Atleti que brotaba del túnel lo hacía sin el argentino y con cuatro cambios con respecto al 4-4 en Barcelona. Había descanso para la Araña y Llorente mientras Sorloth jugaba de inicio ante un Athletic que, sin Sancet (lesionado), comparecía sin una referencia clara arriba. El duelo enseguida torno a partida de ajedrez sobre el césped rápido. Con idas, venidas y frenesí bajo la lluvia. Con duelos, ocasiones y dos equipos eléctricos persiguiendo lo mismo, la victoria. El Atleti, con balón. El Athletic, con peligro.
Todo comenzó a los pies de Unai Simón. El Atleti instalado allí en tres pases, la espalda de Gorosabel era la puerta. La primera vez, en la segunda pelota del partido, pidió penalti después de que un disparo de De Paul impactara en el brazo, pegado, de Jauregizar. En la segunda, casi inmediata, Le Normand remataba tan solo como alto un centro de Galán. Entonces el Athletic subió la línea de su defensa para arrancarle todos los titubeos a su equipo e igualar el duelo con el primer zarpazo: Vivian se adelantó a Sorloth para, con un caño pisado, filtrar a Iñaki un balón y dejarle mano a mano con Oblak. El portero repelió pero ahí quedó el aviso.
El once de inicio de Valverde, con Berenguer como falso nueve y Unai Gómez ejerciendo de escudero desde la mediapunta, dos bajitos muy móviles, servía de pantalla para la verdadera intención: liberar espacios para dar vuelo a los Williams. Fue después de otra ocasión de Ruiz de Galarreta que forzó el córner, cuando Giuliano cogió la pelota para comenzar a escribir sus propias normas en el partido. Tocaba regresar al área vasca y nada mejor que seguir sus botas porque las de Julián no estaban y las de Grizi sí, pero como si no. Giuliano se fue de tres y llegó hasta Unai Simón para volver a abrir el camino. El Atleti, espoleado, volvió a crecer con el balón y por su derecha, en un partido en el que las líneas estaban tan juntas que ahogaban más que el agua. Con los pulmones del Cholito rompiendo las piernas de Yuri, el Atleti de nuevo merodeó el gol. Pero solo eso. Por dos veces Sorloth pudo hacerlo, pero en una no atinó de cabeza y, en otra, Vivian se la sacó en la línea. Un Vivian excelso, en una primera parte apabullante, de exhibición defensiva. El descanso llegó en medio del vértigo.
No tardó Simeone en darle entrada a la Araña para picotear el partido con su estrella y su banquillo. Porque al lado de Julián iban Llorente y Gallagher y, cuatro minutos más tarde, el que se iba era Grizi para dejarle el sitio a Correa. Abracadabra. Fue empezar a jugar con once y el gol del Atleti llegó. Sirvió Llorente desde la derecha un pase, medido y perfecto, al jugador que cambió a Guardiola por el Cholo, el City por el Atleti, y que llegaba en carrera. Ese argentino. Este Julián. Control, sangre fría y definición de oro. 1-0. El Atleti, líder mientras el partido le caía al Athletic encima con un golpe de madera. Bueno, en realidad, tres.
Porque tres veces se estrellaron los de Valverde en ella. Primero fue Beñat, al cabecear una falta botada por Berenguer y cuyo rechace Iñaki envió también al poste. Ese mismo Iñaki que enviaría un latigazo al travesaño antes de la oleada de balones colgados al área en los últimos minutos que nada moverían. El Athletic perdía cinco meses después. El Atleti mira al Bernabéu por encima del Madrid. De cara al Euroderbi.