Una astrofísica advierte sobre un agujero negro supermasivo sin precedentes: “Algo extremo está sucediendo”
Un telescopio de rayos X captó destellos regulares procedentes de un agujero negro, los científicos sospechan que los destellos son causados por una estrella muerta.
Una estrella muerta atrapada en órbita
Megan Masterson, astrofísica del Instituto Tecnológico de Massachusetts, MIT, en Boston, juntos a algunos amigos científicos, han determinado que una estrella muerta atrapada en la órbita de un agujero negro supermasivo. La estrella en cuestión se mueve hacia dentro con una velocidad pasmosa, lo que podría explicar que los rayos X estén aumentando en frecuencia. “Si esta teoría es correcta, probablemente sea el objeto más cercano que conocemos alrededor de un agujero negro”, señala.
Anne-Kathrin Baczko, astrofísica de la Universidad Tecnológica Chalmers, ha leído el estudio elaborado por Masterson y afirma que: “Es muy difícil acercarse tanto a un agujero negro y ver estas fluctuaciones de brillo, y el hecho de que hayan logrado hacerlo es lo mejor de este estudio”.
Ondas gravitacionales
No obstante, Masterson señala que pueden ser otras las causas de de los rayos. Aunque se necesiten muchas más observaciones para determinar si realmente es una estrella muerta compacta, los astrofísicos del MIT esperan que la próxima generación de detectores gravitacionales puedan ayudar a dar respuesta a estos interrogantes. “Todo lo que orbita un agujero negro produce ondas gravitacionales y podremos medirlas”, afirma Megan Masterson.
Agujeros negros masivos
Según distintas investigaciones científicas, se sospecha que todas las galaxias cuentan con un agujero negro supermasivo en su centro y que la masa puede variar entre unos pocos millones y varios miles de millones de veces la masa del Sol. Sin embargo, es extremadamente complicado verlos de cerca, debido a que los alrededores del agujero negro son lugares muy violentos, que desprenden grandes cantidades de energía, a medida que el polvo y el gas se arremolinan en el centro. Esto provoca que se generen intensos brillos de luz que no pueden verse con la luz óptica ordinaria.