Un Boca que nadie imaginaba
El equipo que juega esta noche buscando lugar en la Libertadores sufre la baja repetida de los referentes. Como sea, hay que defender la camiseta.
Ni nuestro peor enemigo nos deseaba esto. Arrancar así una serie de repechaje que define nada menos si tendremos o no este año presencia internacional en Sudamérica no parece lo mejor. Después, los pibes lo sacan adelante, como pasó con el ida y vuelta del año pasado por la Sudamericana, cuando los cráneos dirigenciales-administrativos pifiaron la hora y nos quedamos sin refuerzos para la serie contra Independiente del Valle. Pero no es el tema.
En este caso, en cambio, no hay problema con las inscripciones -no que se sepa- sino con un karma que venimos arrastrando desde hace años, y que recrudeció especialmente entre 2024 (gestión Diego Martínez) y 2025 (Gago): los lesionados. Si juegan los que juegan es porque Romero, Rojo y Cavani, posiblemente los tres tipos con mayores pergaminos y ascendencia dentro del grupo, una vez más se ausentan en una fecha clave. Es especialmente jodido este punto porque no son jugadores comunes, son los referentes a los cuales se aferran los demás. Cuando se arma un plantel, la dirigencia busca tipos que puedan guiar a la manada porque no abundan. Si elegís tres, y los tres se pasan más tiempo afuera que adentro...
Al margen de estos tres casos, tampoco estarán Figal (sólo Dios sabe cuándo volverá), ni Miramón -se volvió a desgarrar- ni Belmonte ni Lema (hoy le duele, mañana no, pasado sí). Tampoco Ander Herrera, otro de los tipos que podrían ser espejo... Si a esto le sumamos que Advíncula está suspendido luego de habernos dejado fuera de la Sudamericana pasada por una expulsión estúpida, el panorama no es el mejor. Y es por eso que en la lista aparecen los Dalmasso, los Ruiz, los Mendía... Y es por eso también que un pibito de 18 años puede llegar a tener la responsabilidad de ser el 5 de Boca. De un cuadrado idílico con Ramos, Rojo, Paredes y Battaglia, por ejemplo, a Di Lollo-Costa-Battaglia-Rey Domenech (si juega con cuatro atrás), hay una ligera diferencia.
"Todos deben tener un jugador desgarrado. No son máquinas los futbolistas, son humanos". Eso explicaba con su sabiduría de cancha Juan Román Riquelme. Todos deben tener algún lesionado por la seguidilla. Uno o dos, ponele. Siete, ocho, nueve o todo el plantel -como el año pasado- marca que hay un problema. O todos los PF que caen al club son malos o los jugadores son frágiles, sobre todo los de edad avanzada. Baqueta en algún caso, falta de profesionalismo en otros, inactividad, exigencia... Puede haber múltiples causas de las lesiones. Y el tema es que a la hora de poner la cara, no están.
Veamos algunos números y hasta nombres para entender la gravedad. Si repasamos la situación de algunas figuras habitualmente señaladas por nuestro señor presidente, encontraremos por caso que Edi Cavani, "el mejor extranjero de la historia del fútbol argentino", jugó 244 minutos de 720 posibles (no llega al 34% de presencias). El año pasado ocurrió algo similar y es difícil esperar más de un tipo de 38 años. Marcos Rojo, otro ex Manchester United, sigue superándose: venía de jugar desde que llegó al club algo así como un 36% de los minutos de Boca, entre lesiones musculares y otras yerbas. En 2025 arrasa: 45' de 720 posibles (6,25%). ¿Qué tal? Sergio Romero (37 pirulines, otro que estuvo años sentado entre los suplentes del United), Figal (30) y Lema (34) ni siquiera jugaron, cada uno con sus nanas. El ya mencionado Herrera jugó 122' (un 17,4%) de los minutos disputados por el plantel. Miramón sumó sus primeros 73 minutos el viernes y se volvió a desgarrar. Belmonte también tiene un problema muscular. Y Blondel, cuyo regreso tras la rotura de cruzados se estiró a diez meses, jugó 54' y volvió a desaparecer.
Pasando a otro rubro, Martegani (casi 3 millones de dólares) cobra su sueldo entero aunque sólo haya jugado 33'. Otra joyita de mediados del 2024, Brian Aguirre (5 millones de dólares; era suplente en este Newell's que en breve peleará el descenso), jugó 183' este año. Lucas Janson, megafigura de Vélez por el que pagamos ¡4 millones de dólares! gracias a que comparte representane con Román, lleva 39 minutos (3,5% del tiempo jugado en 2025). Javi García, un amigo de la casa, hasta se había despedido y lo hicieron quedar para que compitiera con Brey y Chiquito (posta) hasta que se dieron cuenta de que entre los tres no hacíamos uno (por muy viejo, por muy joven o por muy roto) y fueron a buscar a Marchesín. Obvio que Javi fue un par de veces al banco, y después ni eso. Y una perlita: Nicolás Orsini está en listado de Transfermarkt aunque no figure en el oficial de Boca. ¿Qué pasa, muchachos? ¿Otro olvido o les da vergüenza ponerlo? El delantero no arregló en Unión, no lo quiso nadie y ahí está, 2 millones de dólares tirados a la basura. ¿A qué rubro pertenecen los muchachos de este párrafo? Al de los futbolistas que están totalmente al pedo en el club.
Definitivamente, no llegamos con el equipo ideal a esta serie clave en la que se juega mucho más el honor y la vergüenza que un simple partido de fútbol (sería intolerable perder contra Gorosito, como lo fue en aquella final contra su Tigre). Esperemos no necesitar a los ausentes y recuperar algunos para la vuelta. Guardianes de la historia como se proponen, nuestros dirigentes entenderán que no estamos para seguir regalando prestigio.