Un Atlético superviviente

El equipo rojiblanco reafirma su capacidad para sortear situaciones adversas. En el Bernabéu, soportó el empuje rival como había hecho con PSG, Barça y Leverkusen. Es especialista, además, en remontadas

Jesús Colino

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El Atlético se marchó del Bernabéu con un empate agridulce, valga el tópico. Porque los jugadores salieron con el gesto torcido y la sensación de que, con una mejor toma de decisiones en ataque, habrían podido ganar al Madrid. Pero a la vez, conscientes de que hubo tramos de agobio y que, una vez más, los superaron. El Atleti salió indemne de otro gran escenario y su modo superviviente evidenció, una vez más, que el equipo está listo para afrontar cualquier tipo de desafío y cualquier contexto de partido.

El primer tiempo fue de máximo control y el inicio del segundo, de achicar. “Supimos sufrir, pese a su gol”, analizó Julián Alvarez. Oblak, como en otras grandes noches, lideró la resistencia. Las ocho paradas en el Bernabéu son su récord de la temporada, igualando las del triunfo ante el PSG. Ante el Barça fueron seis. Desde el preocupante mes de octubre, con los batacazos ante Benfica y Betis, el Atlético se ha mantenido en pie en cualquier escenario y, en los peores momentos, el esloveno se ha agigantado.

Un visitante incómodo

Los de Simeone han ganado en Bilbao, en París y en Montjuïc y han empatado en el Bernabéu. Partidos que, ya desde la previa, se intuye que van a ser exámenes de mucho nivel con ratos de agobio extremo. El Atleti esquivó obstáculos y se acabó llevando triunfos sobre la bocina. Contra el Madrid, los rojiblancos lamentan que faltó precisión, tanto con el 0-1 en el primer tiempo como en la recta final. “No tuvimos esa claridad que sí tuvimos en otros partidos”, analizó Simeone, que terminó dando bueno el meritorio empate.

El cuerpo técnico entiende que esta versión resiliente define muy bien al Atlético y es muy útil, por ejemplo, para las eliminatorias que vienen. Saber sufrir cuando toca y pegar el zarpazo cuando se pueda. En este sentido, la gran actuación de la temporada fue la remontada ante el Leverkusen jugando con diez durante más de una hora. “Tras la expulsión, nos dijimos: ‘Hay que defender y aguantar, que una vamos a tener’. Cuando empató Julián, nuestras miradas decían ‘lo vamos a hacer’. Y lo hicimos”, confesó Griezmann, incidiendo en la confianza que tiene el grupo en sí mismo.

Porque otra de las claves de este Atleti que pelea por los títulos es su capacidad para remontar desventajas. Leipzig, Leganés, PSG, Alavés, Cacereño, Sevilla, Barça y Leverkusen empezaron ganando y terminaron perdiendo ante los del Cholo. Y para varias de estas victorias y unas cuantas más, el equipo exprime otra de sus virtudes: los goles en los últimos minutos. A partir del 75’, ha logrado 27 de los 73 que lleva (37%) en Liga, Champions y Copa.

Los rojiblancos muestran día tras día llegan muy vivos a los tramos finales de los partidos. Por un lado, porque físicamente están muy bien. No hay ningún lesionado y siempre se ve que hay fuerzas para una última carrera. Por otro, porque los jugadores que entran de refresco suman y son decisivos hasta el punto de conformar el banquillo más goleador de Europa: van 24 goles de suplentes (32,9%).

Con ese mimbres, esa capacidad para resistir el empuje de los rivales y afinando en ataque para ser contundente en el momento preciso, el Atleti se siente preparado para el tramo decisivo de la temporada: Liga, a un punto del líder; Copa, en semifinales; Champions, en octavo; y el Mundial como esfuerzo final.