Tchouameni completa el puzle: “Él es muy importante, mucho”
El francés vuelve a la medular con la recuperación de Rüdiger y el paso adelante de Asencio y se va ovacionado un mes después de ser recibido con una lluvia de pitos.
Su rendimiento no acompañó en muchos momentos; este curso tocó fondo en duelos como el del Milan, que asaltó el Bernabéu (1-3). Ante las bajas en el centro de la zaga, ya el curso pasado aprendió las labores del central y en esta campaña volvió a poner lo aprendido en práctica. Pero ante el City, algo hizo clic: volvió Rüdiger, Ancelotti se entregó del todo a Asencio y Tchouameni volvió a su sitio. Y desde ahí, completó el puzle de Carletto, el once de gala de este curso.
Tchouameni siempre ha mostrado de puertas hacia adentro su deseo de jugar en su sitio, en el centro del campo; no así públicamente, donde se puso en todo momento a disposición de las necesidades del equipo. Su rendimiento no le había brindado garantías en ese sentido. Hasta ayer, cuando domó junto a Ceballos al City con una exhibición sin balón y, especialmente, con él. Fue el cuarto jugador con más intervenciones del Madrid (63), dando seguridad en el pase (50 buenos de 55, el 91%; Ceballos sólo dio entregó bien cinco más que él), ganando más entradas que nadie entre los suyos (tres, el 100% de las que intentó), recuperando tres balones y creando además una buena ocasión con un pase largo a Mbappé que este remató centrado, donde andaba Ederson.
“No puede ser Kroos o Modric; ni ellos podían ser él”
Y todo, sin jugar con fuego: andaba apercibido, como otros cinco del Madrid, pero apenas cometió una falta y salió del duelo sin mancha, rumbo a los octavos. Todo esto supo reconocerlo el Bernabéu, el mismo estadio que tras el 2-5 de Yeda ante el Barça le recibió, hace apenas un mes en Copa ante el Celta, con una sonora pitada. Ayer, ovación cerrada. Otra cosa que ya anticipó Casemiro: “El Bernabéu es un estadio muy justo. Si lo das todo en el campo, no necesita más”.
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Y ese valor lo recibió también por parte de su entrenador, que es poco dado a personalizar en las victorias, apelando constantemente a lo colectivo, pero que en este caso se regaló un poco más para reivindicar que el francés es, en lo suyo, fundamental: “Cuando está en su posición, muestra la fuerte que es, lo contundente que es, bien posicionado. Es un jugador muy importante para nosotros. Mucho. No puede ser Kroos, Modric o Ceballos. Pero Ceballos no puede ser Tchouameni. Como Kroos no podía ser Tchouameni. Lo importante es la fusión de todos”.