La ampliación de la Bombonera nunca empieza: el ruidoso silencio de Riquelme y el postergado mate con los vecinos
Más de un año después de las elecciones, el principal tema de campaña no muestra avances concretos, mientras los socios e hinchas esperan definiciones
El dato llamativo es que luego de 14 meses como presidente todavía no se conoce cuál es esa propuesta. Solo circularon trascendidos respecto a posibles soluciones, pero nada se sabe acerca de algún avance concreto. De hecho desde el club le dijeron a este diario que no hay “ni precisiones ni fechas” de algún anuncio al respeto.
El proyecto oficialista parece guardado bajo siete llaves, y solo llegan señales que hacen sospechar que buscan ganar tiempo porque todavía no existe una propuesta definitiva. Solo un ejemplo son las recientes declaraciones del integrante del Consejo de Fútbol, Mauricio “Chicho” Serna, que en una entrevista realizada por El Canal de Boca dejó entrever que el anuncio del nuevo proyecto podría estar muy cerca de hacerse público. “Estoy seguro de que en cualquier momento Román nos va a dar la noticia. Lo noto muy ocupado con el tema de la ampliación. Él quiere que muchos más de nuestros hinchas puedan venir a la cancha”, dijo el ex mediocampista sin brindar precisiones. Esa frase del exmediocampista, realizadas a comienzos de diciembre, entusiasmó a los fanáticos del Xeneize, que imaginaron que el esperado anuncio se realizaría el 12/12, el Día del Hincha. No sucedió.

Durante la campaña electoral, en la que Andrés Ibarra como Jorge Reale (los otros candidatos) proponían la creación de un estadio nuevo, Riquelme fue contundente y confirmó que no estaba dispuesto a construir una cancha nueva y que la Bombonera, a la que denominó como “el patio” de su casa, seguirá funcionando en Brandsen 805. Por otro lado, afirmó que tras los comicios iba a cruzar la calle Del Valle Iberlucea y se comprometió a charlar personalmente con los frentistas para poder cristalizar el sueño de generaciones de hinchas y dirigentes.
“Después de ganar las elecciones voy a golpear la puerta de cada uno de los vecinos que tenemos. Ojalá que me atiendan, que me dejen tomar mate con ellos. Le voy a preguntar a cada uno si están dispuestos a vender su casa. Si todos están de acuerdo, agrandaremos la Bombonera. Vamos a hacer un estadio nuevo en el mismo lugar donde está porque esa es nuestra historia”, dijo Riquelme, cuando todavía era vicepresidente, en los días previos a las elecciones que lo consagraron como mandamás del club hasta diciembre de 2027.
Vecinos en alerta
Pero Riquelme es en la política parecido a lo que fue en la cancha donde sorprendía a sus rivales combinando cambios de ritmo con frenos que hacían difícil predecir su lógica. Poco tiempo después de asumir el control del club, volvió sobre sus pasos y dijo en una entrevista a ESPN: “Nosotros soñamos con que nuestra cancha sea más grande y que entre más gente. Pero en mi casa me enseñaron que uno no puede prometer algo si es de un vecino. Hasta me choca un poco golpearle la puerta a alguien para que se vaya de su casa. Me causa una rareza y no me pone muy bien”.
El cambio de frente dejó desconcertados a los vecinos que aguardaban que el presidente de Boca cruzara la calle y les presentara una propuesta concreta, algo que ninguno de los mandatarios anteriores hizo. “Estamos todos a la espera de una negociación que nunca llega. Yo estoy contento donde vivo y no tengo intención de mudarme, pero si mañana me hacen una oferta que me permita mejorar seguramente la acepte, y por lo que tengo hablado con otros vecinos estamos todos en la misma situación”, le dice a LA NACION Daniel, que vive en Pinzón al 700 desde hace 30 años, durante un sondeo entre los vecinos que realizó este medio periodístico en febrero de 2025 y en el que se concluyó en que la mayoría de los propietarios están dispuestos a escuchar y evaluar una oferta aunque también manifestaron sentirse cansados de trascendidos que nunca se concretan.

“Los días de partido no puedo salir de mi casa porque más de un hincha me insulta y me dice que somos unos miserables porque no queremos vender. Es indignante no poder vivir tranquilo en tu propia casa porque ellos se creen los dueños del barrio”, se apena María del Carmen, que vive en uno de los departamentos ubicados frente a los palcos del estadio de Boca desde hace 49 años y sostiene que la dirigencia del club nunca se acercó a hacerles una propuesta: “Nos responsabilizan a nosotros, dicen que somos ocupas, que no tenemos los papeles en regla y que no queremos vender. Es todo mentira”.
La espera continua y las especulaciones crecen porque el hermetismo de Riquelme solo ayuda a que aumente la incertidumbre, mientras que en la otra punta de la Ciudad de Buenos Aires River lleva más de 76 partidos oficiales consecutivos completando la capacidad del estadio Monumental, que supera los 84 mil lugares, lo que ubica a los millonarios como el club de mayor convocatoria entre los 3425 clubes que integran la FIFA de acuerdo al ranking elaborado por Transfermarkt y en el que Boca quedó lejos porque acumula una convocatoria de 55.790 espectadores promedio por partido.
LA NACION accedió al detalle de información catastral recopilado por Rubén Lopresti, uno de los vecinos frentistas que llevó adelante numerosas gestiones y reuniones con el resto de los propietarios buscando unificar posiciones para hacer posible el proyecto de Fiori. “Tengo una carpeta firmada por cada uno de los propietarios en la que manifiestan su acuerdo para sentarse a escuchar una propuesta de compra por parte del club”, le dice a LA NACION Lopresti, que además se ofrece para negociar en primera instancia y de esa manera dejar claro la voluntad de venta.

Los 19 lotes que involucran 67 propiedades se alzan sobre una superficie de 5.195 metros cuadrados (m²) y totalizan 9.766 m² cubiertos de acuerdo con la documentación catastral a la que accedió LA NACION. A partir de la consulta realizada a la inmobiliaria Catanzaro Propiedades, que opera en la zona de Barracas y La Boca, se puede concluir que el valor promedio del m² cubierto en el área lindera al estadio oscila entre 1.000 y 1.100 dólares.
A las viviendas, que son mayoría, se le suman tres locales comerciales de merchandising, una parrilla al paso, una pañalera y dos kioscos que seguramente incrementan el valor al que se hace referencia porque en estos casos el valor esta más relacionado con el llamado “fondo de comercio” y no solo con los m² involucrados. Pero una estimación del valor de las propiedades, solo teniendo en cuenta las superficie construida arroja una cifra de alrededor de US$ 11.000.000, un monto que por la magnitud del proyecto no parece un impedimento para avanzar, más allá de las trabas que seguramente se pueden presentar para materializar la compra.
Un proyecto que no prospera
El otro aspecto llamativo, más allá del cambio de opinión de Riquelme y de la falta de información respecto a la solución que estaría planeando, es el desinterés por la que parece ser una alternativa al menos atendible: el Proyecto Esloveno Plus.
“En enero de 2020, luego de que asume la nueva directiva les presento el proyecto en una reunión en la que estuvieron Jorge Ameal, Mario Pergolini y el arquitecto Carlos Navarro. Román llegó un poco más tarde y después de ver de qué se trataba me dijo apartado del resto: ‘Fabi, este proyecto está buenísimo y quiero que sea mío, yo lo quiero llevar adelante’”, le cuenta Fabián Fiori, el creador del Proyecto Esloveno Plus a LA NACION. “En ese momento le respondí que estaba dispuesto a ceder todos los derechos de registro por marca, diseño y patentes. No tengo interés de obtener ningún rédito, ni tampoco puse condiciones. Mi sueño es que se amplíe la Bombonera respetando el legado de los que la idearon”, explica Fiori, que es empleado de Boca desde hace 27 años y que luego de acompañar al plantel de Primera en el rol de coordinador durante mucho tiempo, hoy cumple la misma función en la Reserva.
“En 2019 Daniel Angelici se molestó conmigo porque yo comencé a darle difusión a mi idea y el pretendía hacer un estadio nuevo. Por ese motivo me sacó de la Primera y me mandó al Predio de Ezeiza, donde se entrenaba la Reserva. “A Román lo conozco desde 1997 cuando hacía un poco más de un año que había llegado a Boca y yo recién me sumaba al club. Cuando llegó Carlos Bianchi me nombran coordinador del plantel de Primera y ahí nos conocimos en profundidad. Compartimos concentraciones, viajes, entrenamientos y durante mucho tiempo hice de asistente personal de Román, por lo que tenemos una relación de mucha cercanía”, cuenta Fiori respecto al trato que aún mantiene con Riquelme.
Luego del aislamiento por la pandemia, en 2022 Fiori volvió a presentarle a Riquelme el proyecto, que a esa altura había evolucionado y que ya tenía las características con las que se lo conoce hoy. “Le gustó mucho la propuesta y me volvió a decir que esa era la idea que quería llevar adelante. Le ofrecí regalarle la maqueta 3D que había mandado a diseñar, pero me dijo que la conservara, que nadie la iba a cuidar como yo. En ese momento le insistí con mi intención de renunciar a todos los derechos y me lo agradeció. Después de eso nunca más me volvió a hablar del tema y me cuesta entender el motivo que lo lleva a este silencio incómodo porque tenemos la suficiente confianza para que me diga lo que piensa hacer”, sostiene Fiori, que afirma que nunca recibió apoyo económico y que todo el desarrollo lo costeó de su propio bolsillo. “Boca y particularmente la Bombonera son mi pasión. Tengo muchísima información, archivos, revistas y documentación que heredé de mi bisabuelo Ludovico Dollenz, que fue miembro de la comisión directiva fundadora, presidente e historiador del club. Mi único interés es que se respete el legado histórico que representa el estadio y creo que el Proyecto Esloveno Plus es la mejor manera de hacerlo”, dice Fiori, enfático.
El Esloveno Plus es la versión mejorada del Proyecto Esloveno original presentado en 2018 que también fue ideado por Fiori. La propuesta es muy similar al de Bombonera 360, idéntico al diseño original de 1933, que replican las tribunas ubicadas del lado de las vías en el actual sector de palcos. La clave de esta iniciativa, y que la diferencia del 360, es que no requiere la compra de la totalidad de las propiedades ubicadas a un costado del estadio. Alcanza con la primera y segunda línea de casas para alzar las nuevas tribunas que darían la espalda a la calle Del Valle Iberlucea sin modificar la fisonomía del estadio y aumentando significativamente su capacidad. Por otro lado, la idea contempla la posibilidad de mantener la calle haciendo un desvío lo que permitiría mantener comercios, e inclusive ampliarlos instalándolos debajo de la estructura de las tribunas, y de esa manera ofrecer una alternativa a los vecinos frentistas que hoy tienen negocios.
“El Proyecto Esloveno Plus respeta la historia de la Bombonera y sencillamente es finalizar la obra que inició Viktor Sulcic. El estadio pasa a tener lugar para 90.000 espectadores y se transformaría en el más grande de Latinoamérica; es técnicamente viable y los vecinos ya manifestaron que están dispuestos a escuchar una propuesta del club. Me cuesta entender este silencio porque está todo dado para ir adelante”, sentencia Fiori.

Algunas de las preguntas que surgen al analizar el andar de Riquelme en referencia a la potencial ampliación del estadio no tienen respuesta: ¿Por qué Riquelme no manifiesta públicamente cuál es su plan? ¿Por qué cambió de parecer respecto a su voluntad de dialogar con los vecinos? ¿Por qué en estos 14 meses desde que asumió como presidente de Boca no cruzó la calle Iberlucea para hablar con ellos, tal como había prometido en campaña?
El mundo Boca está expectante esperando una nueva jugada de Román, confiando en que la maestría con la que se manejaba en una cancha de fútbol se repita en su rol dirigencial. Por ahora la solución no llega, los silencios y las dudas se multiplican mientras que los hinchas aguardan ansiosos a que el 10 se decida a explicar cómo planea hacer crecer a la Bombonera.