Flick presenta su fondo de armario

Insuficiente como parecía a principios de temporada, el Barça presume estos días de un buen catálogo de reservas: 16 jugadores pueden sentirse titulares.

Juan Jiménez
As
Era muy difícil pensar cuando empezó la temporada el pasado 17 de agosto de 2024, curiosamente en Mestalla, con un equipo que estaba plagado de jugadores que en ese momento habrían pasado desapercibidos por la calle (Marc Casadó, Marc Bernal, Pau Víctor, Gerard Martín…) que el Barça, seis meses después, pudiese presumir abiertamente de tener una unidad B de garantías después de haber fichado a apenas dos jugadores (el mismo Pau Víctor y Dani Olmo), y en qué circunstancias (inscripción-desinscripción-inscripción cautelarísima) en toda la temporada.

Pero resulta que había más tesoros que los aparentes en el vestuario. Las últimas semanas le han valido a Flick para presentar su fondo de armario. Pese a tener todavía lesionados como Ter Stegen, Christensen o el mismo Marc Bernal, que había sido toda una sensación en los primeros partidos oficiales, jugadores que no parecían tenerlo fácil para tener minutos; y, sobre todo, relevancia y estatus en el equipo, han aparecido. Y estos se han unido a otros que, por diferentes circunstancias, empiezan ahora a dar su mejor versión. Ese es, por cierto, uno de los grandes logros de Flick que más se valora en la cúpula del club. Que esté siendo capaz de sacar jugo de sus futbolistas. Para eso, han resultado fundamentales las piernas. Con su revolución en el staff físico, Deco y Flick han mejorado la condición de una gran mayoría de futbolistas.

Por ordenarlo, podría decirse que el Barça tiene un cuerpo de siete titulares indiscutibles. Lo forman Koundé, Cubarsí, Balde, Pedri, Raphinha, Lamine y Lewandowski, a los que ya podría unirse Szczesny en la portería. Si se elige ir por líneas, Araújo, Eric e Iñigo pelean ahora mismo por un puesto en el centro de la defensa. Al cien por cien, el de Ondarroa, que reapareció en Valencia, parece favorito porque se lo ganó en el primer tramo de temporada. Araújo busca su sitio y Eric lo ha encontrado. Después de estar cerca de salir en el mercado de invierno, Flick le convenció de que tenía en un sitio y se lo ha demostrado dándole minutos.

El centro del campo también está que arde. Casadó, que ya de por sí es una aparición, parecía intocable. Pero el mejor De Jong en mucho tiempo, con la lesión en el tobillo derecho aparentemente olvidada, ha intuido que su puesto podía estar en peligro y se ha rebelado. Está en un momento dulce y parece haber recuperado un sitio en el once. El caso es que hay batalla, igual que en la posición de mediapunta, en la que Gavi, Fermín y Olmo son tres ‘titularísimos’ que, además, ofrecen cosas diferentes porque sus características son distintas. El primero, presión, intensidad, jerarquía y conocimiento táctico. El segundo, un empuje y una energía descomunales a las que pone guinda con su capacidad para desmarcarse en ruptura y llegar al gol. Y Olmo, distinción técnica, gol y talento. Y arriba, Ferran Torres ha irrumpido, puede decirse con todas las letras, como un tiburón. Una batería de 16 jugadores que, unidos a los momentos de Gerard Martín dándole descanso a Balde, permiten pensar que Flick tiene suficientes elementos para sobrevivir a las tres competiciones. Jugadores como Héctor Fort, Pablo Torre o Pau Víctor, por no hablar de Ansu Fati, sí tienen un rol más residual. Para ellos, la puerta también está abierta. Flick ha demostrado que lo que quiere es presumir de fondo de armario.

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