Esperando al mejor Olmo
A la espera de la decisión del CSD sobre la cautelarísima que le fue concedida para jugar, el jugador espera darle un empujón más al Barça en el tramo final de temporada.
El escenario del regreso al club de su vida no ha sido, sin embargo, el más sencillo para el jugador de Terrassa, que ha tenido que soportar todo el ruido exterior sobre la legitimidad de su fichaje y su posterior alta federativa. Después de un estreno espectacular, con golazos contra Rayo, Valladolid y Girona, su estrella se apagó hasta el derbi contra el Espanyol, donde estuvo celestial. A partir de ahí, inició una curva descendente. Ha ayudado al equipo en algunas situaciones especiales, porque Flick lo ha utilizado como un arma estratégica en la banda izquierda cuando el equipo se quedó con diez contra el Madrid, en la final de la Supercopa; y el pasado domingo en Sevilla. Pero salvo algún tramo en Dortmund, no ha vuelto a estar brillante.
Olmo quiere dar un empujón a sus cifras de aquí a final de temporada. Y, sobre todo, quiere ser una ayuda para un equipo que va a dejar de un lado los objetivos individuales para intentar devolver al Barça a la élite del fútbol europeo. Sin embargo, su situación todavía no está resuelta. El Consejo Superior de Deportes le concedió una medida de gracia por la que tanto él como Pau Víctor pueden jugar, pero tiene de plazo hasta el 7 de abril para, cuando entre en el fondo del asunto, ratificar la cautelar o quitarle la razón al Barça. Todos los indicios apuntan a una resolución favorable a Olmo, que de ver revocada la cautearl ni siquiera podría jugar una hipotética Final Four de la Nations League. Aun así, ese panorama no se parece en nada a un paisaje ideal que sólo se dibujará cuando se borre la amenaza de la ‘desinscripción”.
Olmo tendrá minutos contra el Rayo el próximo lunes. La lesión de Fermín le deja como primera opción en el banquillo para suplir a Gavi, mediapunta titular de momento. Su polivalencia, no obstante, le da muchas opciones. Olmo puede jugar, casi al mismo nivel, como enganche (su posición ideal), tirado a la banda izquierda, desde donde explota su capacidad de asociación y pase y su remate. Y el día del Betis jugó como falso ‘9′, posición que ya probó con éxito en la época de Luis Enrique, incluso en su época en el Leipzig, en el que también jugó como extremo derecho. Y, por días, hasta como creador. Es un comodín como pocos en el fútbol europeo. Le hacen falta minutos..., y poder jugar tranquilo.
