El otro Independiente
El Rojo igualó ante Platense en otra actuación floja de visitante, en la que jugó poco y se lo vio incómodo. A tomar nota.
La propuesta de batalla y roce la ganó en varios pasajes el local que lo dejó a Independiente reducido solo al sostén desde el arco de Rodrigo Rey, las salidas de Kevin Lomónaco y algunos cortes de Iván Marcone. Casi nada de la idea inicial se pudo ver en la cancha y aunque sea difícil marcar esto sin sonar exagerado, el entrenador deberá tomar nota de estos partidos.
Esta vez no apareció la calidad individual propia para ganar como sucedió en Córdoba, o la ajena que lo hizo volverse sin nada del Monumental y por eso no pasó del empate en dos jugadas con tanta cuota de azar que no merece mucho análisis. La imagen de Independiente jugando de visitante sigue sin ser la mejor. En esta ocasión no fue por ser superado futbolísticamente sino por cómo el rival supo incomodarlo en todo momento y sin tener que apelar al juego brusco. Platense trabajó el partido a su manera e Independiente no supo sacarlo de ahí.
Este sábado, cuando el Rojo vuelva a jugar de local ante Instituto, seguirá tratando de edificar ese Independiente que sale a ganarlo de arranque, a jugarlo a su manera y que con el plus de su gente le copa la parada al rival. A la par, tendrá que estar la mano del entrenador para también forjar a un Independiente más bicho para jugar a otra cosa cuando el partido así lo pide.