Copa (1/2, ida) | Barcelona 4-Atlético 4 / Dos aviones en una semifinal épica

El Metropolitano decidirá tras un partido sensacional: del 0-2 a los cinco minutos se pasó a una remontada colosal del Barça hasta el 73′. El Atleti se rehízo y empató.

Santi Giménez
As
Los partidos entre el Barcelona y el Atlético vuelven a ser lo que eran. Gigantesco espectáculo el que se vio este martes en un Montjuïc desangelado y con la segunda peor entrada de la temporada (ellos se lo pierden) en una semifinal de Copa que promete ser épica. El resultado ya los es: 4-4. Y la manera que se consiguió, más. De un 0-2 se pasó a un 4-2 que se igualó en el final del encuentro. La vuelta en el Metropolitano promete ser descomunal. Ahí, sí que el equipo local se sentirá en casa. Pero para eso queda mucho.

Ambos entrenadores retocaron levemente sus alineaciones base para afrontar el primer acto de esta semifinal. En el Barça, Flick sacó la defensa de las grandes ocasiones sin rotar portero y recuperando a Íñigo, que descansó el fin de semana. Las novedades se dieron en el centro del campo. Con Pedri inamovible, sus escuderos fueron De Jong y Olmo en vez de Casadó, Gavi o Fermín. Clara apuesta por la pelota. Y delante, como que el partido no contaba para el Pichichi y Ferran Torres se merecía un premio, titularidad para el valenciano, descanso de inicio para el polaco y Lamine, con el pie bien vendadito y Raphinha en los extremos. Las apuestas por Íñigo, Cubarsí y Pedri salieron redondas. Las de Ferran y Olmo, pochas.

Simeone ya había anunciado en la previa su apuesta por Musso como portero de la Copa y mantuvo su once bastante reconocible, pero si el Barça apostaba por la pelota, el Cholo quería contundencia: Gallagher entró por Lino.

BARCELONA, 25/02/2025.- El delantero del Barcelona Robert Lewandowski (i) celebra con sus compañeros tras marcar el cuarto gol, durante el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey que FC Barcelona y Atlético de Madrid disputan este martes en el estadio Olímpico Lluis Companys. EFE/Enric Fontcuberta
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BARCELONA, 25/02/2025.- El delantero del Barcelona Robert Lewandowski (i) celebra con sus compañeros tras marcar el cuarto gol, durante el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey que FC Barcelona y Atlético de Madrid disputan este martes en el estadio Olímpico Lluis Companys. EFE/Enric Fontcuberta Enric FontcubertaEFE

Dijo Simeone antes del partido que su equipo llegaría a Barcelona en avión y Julián lo demostró con un inicio de partido supersónico. A los 23 segundos remató de cabeza tras el saque de centro del Atlético y Szczesny salvó el gol cediendo un saque de esquina. Los colchoneros lo sacaron en corto y Griezmann absolutamente solo centro para que Julián a los 52 segundos marcara el primero. Preludio de un inicio de cine de los del Cholo que culminó a los cinco minutos Griezmann con el 0-2 tras pérdida de Koundé en el centro del campo. El Barça ni olía la pelota y el Atlético cada vez que la recuperaba era un peligro absoluto.

Al Barça le costó diez minutos darse cuenta de que el partido se estaba jugando, pero cuando se percató el avión del Atlético de salida se decoró con los colores blaugrana. El Atlético olió el peligro y se replegó en su guarida pensando que el 0-2 era ventaja suficiente, pero como en el Cuento de los Tres Cerditos, la cabaña no era suficientemente fuerte. El Barça sopló y sopló y en once minutos el Barça igualó el duelo.

Avisó Ferran, que falló solo ante Musso, y primero Pedri y luego Cubarsí compensaron con dos goles la ventaja inicial de los visitantes, que empezaron a vivir un calvario agazapados en su cueva. Defendiéndose con todos sus delanteros en la frontal a la espera de una contra hacia una portería que cada vez estaba más lejos.

El martillo del Barça siguió golpeando al Atlético, que empezó muy pichí el partido pero que al minuto 30 pedía el descanso, sensación que se acrecentó en el 41′ cuando Íñigo volvió a marcar de córner para voltear el marcador.

Dio gracias el Atlético de llegar sólo con 3-2 a la media parte porque Ferran falló un gol increíble a puerta vacía y Musso evitó un gol de Lamine Yamal, que volvía loco a Javi Galán. Un Barça aplastado por el Atlético en los primeros 10 minutos acabó la primera parte jugando un 83% del tiempo en el campo rival. Una asfaltada en toda regla.

El partido pintaba claramente para el Barça tras un inicio desastroso, pero el Atlético tenía pólvora en la Santa Bárbara: Correa y Sorloth, por ejemplo, además de ser el equipo de Europa que mejor acaba los partidos. El duelo estaba tan apasionante como abierto.

BARCELONA, 25/02/2025.- Los jugadores del Atlético de Madrid celebran el gol de Alexander Sørloth (d), cuarto gol del equipo colchonero, durante el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey que FC Barcelona y Atlético de Madrid disputan este martes en el estadio Olímpico Lluis Companys. EFE/Enric Fontcuberta
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BARCELONA, 25/02/2025.- Los jugadores del Atlético de Madrid celebran el gol de Alexander Sørloth (d), cuarto gol del equipo colchonero, durante el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey que FC Barcelona y Atlético de Madrid disputan este martes en el estadio Olímpico Lluis Companys. EFE/Enric Fontcuberta Enric FontcubertaEFE

Cambiando el guion de la primera parte y gracias a un Pedri sencillamente celestial, el Barcelona dominó el juego ante una versión desconocida del Atlético, que en vez de conservar el 3-2, fue a por el partido ante la euforia del espectador, que veía uno de los mejores encuentros que sin duda podrán presenciarse esta temporada.

De la mano de Pedri y un Lamine Yamal estupendo el Barça pareció decidir el partido y la eliminatoria con un gol del recién ingresado Lewandowski.

Pero el Cholo no se resignó a la suerte del 4-2, que le debió parecer imposible de remontar en la vuelta y quemó todas sus naves en Montjuïc. Sacó a Sorloth y a Correa. Y a Rubén Cano si lo hubiese tenido en el banquillo.

Y la apuesta le salió bien. La magia del Atlético en los minutos finales es ya algo que pasa de anécdota y empieza a ser pieza de estudio. Correa habilitó a Llorente para marcar el 4-3 y el Atlético no se resignó a su suerte. Se fue a por el cuarto y ante un Barcelona que volvió a cometer los mismo errores que en el encuentro de Liga, pero habiendo marcado más tantos, recibió su castigo.

Sorloth volvió a ser la espada justiciera que llega en el último segundo para castigar a un Barcelona que jugó para ganar, pero que se dejó ir en los detalles decisivos. Los del inicio y el final. Como el despegue y aterrizaje de los aviones que decía el Cholo. El partido fue entre dos aviones que dan ganas de ver la vuelta.

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