Clamor en Francia con Qatar

La noticia de la inculpación de Al Khelaïfi, la amenaza del país de dejar de invertir en Francia y un litigio por sponsoring endurecen la relación de ambos países.

Andrés Onrubia
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La tensión entre Francia y Qatar se ha acrecentado en las últimas horas con dos frentes abiertos: el primero, la inculpación el 5 de febrero de Nasser Al Khelaïfi, presidente del PSG, por un delito de complicidad de abuso de poder enmarcado en el “Affaire Lagardère” en 2018; y, el segundo, por un litigio entre la Ligue 1 y Qatar por una cuestión de patrocinio que podría recrudecer la crisis de los derechos televisivos que ha zarandeado al país galo esta semana.

Después de que saliera a la luz la información de la inculpación de Al Khelaïfi, cuya inocencia fue defendida a ultranza por su entorno y por el propio dirigente la semana pasada, RMC Sport informó de que Qatar, sorprendida por la noticia, habría amenazado con dejar de invertir en Francia tanto en el Paris Saint-Germain como en BeiN Sports. El emirato, harto de todas las acusaciones de las que ha sido objeto, habría lanzado un ultimátum, desembocando en un torrente que podría provocar daños colaterales en el fútbol francés. Dicha información, no obstante, fue desmentida por Le Parisien, diario afín al PSG, en la que afirmaron que “el compromiso de Qatar con sus inversiones en el club” no está en tela de juicio.

Aunque la noticia se interpretó más bien como un desafío que como una amenaza, si Qatar deja de invertir en la Ligue 1, su desenlace podría ser devastador. BeIN Sports es, junto a DAZN, el canal que ostenta los derechos de retransmisión, abonando 100 millones por temporada, 80 fijos y 20 supeditados a patrocinar el país de Oriente Medio, por emitir un encuentro por jornada. En el caso de que Qatar cese su inversión, el fútbol galo estaría abocado a un laberinto sin salida que haría estallar las arcas de todos los clubes.

DAZN, esta semana, anunció que suspendía la mitad de los pagos de febrero acordados por la retransmisión del fútbol francés, achacándole a la LFP su inacción contra la piratería. BeIN, canal que depende de Qatar, ha congelado el pago de 20 millones de euros, ya que exige que los equipos de la Ligue 1 patrocinen el emirato, una pretensión que ha sido declinada por una gran cantidad de clubes, entre ellos el Olympique de Marsella.

A cada equipo, 18 en total, les corresponderían 783.000 euros, una cantidad exigua, pero que equilibraría la tesorería en cierta medida. Según adelantó L'Équipe, únicamente 8 de los 18 clubes que conforman la liga francesa habría emitido un veredicto favorable a ceder sus derechos comerciales a Qatar, mediante publicidad, sponsoring y diversas actividades. Los desfavorables a esta medida adujeron que esos 20 millones de euros deben abonarse en concepto de derechos televisivos y no con fines comerciales subordinados a determinados actos de publicidad.

En las últimas horas, la tensión se ha acrecentado en Francia, cuyo fútbol está inmerso en una crisis económica que podría agudizarse en las próximas semanas. Este viernes, la LFP ha emplazado a DAZN a una vista en la que requerirá formalmente el pago. Entretanto, Qatar amenaza con dejar de invertir en el país galo y Al Khelaïfi fue inculpado por un delito de complicidad de abuso de poder. El fútbol francés está en un aprieto y ni el más optimista puede augurar un futuro a corto plazo en el que se solventen todos los tormentos que acucian su economía.

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