Al Khelaïfi arrasa Francia

Los parisinos se interesan en Chevalier, del Lille, y comienzan a recrear el modelo del Bayern, fichando a los mejores talentos de su liga.

Andrés Onrubia
As
Antaño un proyecto orientado a atraer a los mejores jugadores del mundo, a entreverar estrellas mundiales con futbolistas contrastados, el PSG decidió virar por completo su modelo hace dos años y ahora se centra en incorporar a talentos jóvenes, principalmente franceses, y que potencien el colectivo. El albor de este cambio de filosofía se produjo con la llegada de Luis Enrique, que desde el primer momento cinceló un equipo en el que la principal estrella fuera el balón y no las individualidades, y cuyo último reducto de la anterior política del club fue Kylian Mbappé.

Uno de los primeros objetivos de Nasser Al Khelaïfi, con el respaldo de Luis Enrique, fue fichar a jugadores franceses con un alto potencial. El PSG nunca fue un equipo inversor en la liga francesa, huérfana cada temporada de sus mejores talentos debido a su exigua capacidad económica para retenerlos, pero con el nuevo e incipiente proyecto concebido por el qatarí, el conjunto parisino decidió monitorizar a las mayores promesas del campeonato para asentar las bases del nuevo proyecto, similar a lo que fragua el Bayern desde hace una década y que le llevó, a pesar del reciente título del Leverkusen, a convertirse en un gigante indomable en la Bundesliga.

El caso paradigmático de esta nueva política fue Bradley Barcola. Con tan solo 20 años, el extremo se erigió como una de las grandes revelaciones de la Ligue 1 en el Olympique de Lyon. Encandilado de su talento, consciente del potencial del ya internacional francés, Luis Enrique le persuadió de firmar por el PSG en el mercado estival de 2023 y el Paris Saint-Germain desembolsó 50 millones para hacerse con sus servicios. También intentó atraer a Cherki, también del Lyon, pero la mala relación con el propietario del club, John Textor, desbarató cualquier acuerdo de traspaso.

Este verano, prosiguiendo con sus pretensiones, el PSG acordó con el Rennes la adquisición de Désiré Doué, de 18 años, un extremo que destaca por su finura técnica y por su calidad para conducir el balón. El montante, de 50 millones de euros, manifestó un ávido deseo del Paris Saint-Germain en atraer a los mejores jóvenes de la Ligue 1 para apuntalar todavía más su arsenal ofensivo. Como Barcola, el internacional francés sub 21 ha prorrumpido con fuerza en la élite, gracias a su rápida adaptación a los preceptos de Luis Enrique y su polivalencia para brillar en distintas posiciones, fundamental para ser titular con el técnico asturiano.

El PSG ha manifestado recientemente un interés en Lucas Chevalier, portero del Lille que se ha convertido esta temporada en un pilar fundamental de una de las revelaciones de la Champions League, a tal punto de certificar su clasificación a los octavos de final en la liguilla. El cancerbero, de 23 años, responde a todos los criterios que entraña la nueva política parisina: es francés, juega en la Ligue 1, tiene un gran juego de pies y es, actualmente, por números, uno de los mejores porteros de la Champions League.

La operación por Chevalier, eso sí, será ardua, ya que el Lille no es un club vendedor y su relación con el PSG no es cordial, debido a las tensiones entre el presidente norteño, Olivier Letang, y Luis Campos. El dirigente francés no dio su brazo a torcer en las negociaciones por Leny Yoro y tampoco lo hará si sus homólogos parisinos envían una oferta para fichar al guardameta. Su incorporación supondría un jarro de agua fría para Donnarumma, cuya renovación está en un impasse a pesar de sus recientes buenas actuaciones en Europa.

El PSG se identifica cada vez más con el ‘modelo Bayern’, distinguido por fichar a los mejores talentos de su país, y el proyecto galáctico de Qatar, que llegó a atraer al mismísimo Leo Messi en pleno apogeo de su política galáctica, ya es historia. Un cambio de filosofía que encarna a la perfección Luis Enrique, el epicentro de cada decisión, tanto deportiva como en el mercado, del club desde que aterrizó en julio de 2023 en París. Su objetivo, vertebrar un equipo joven y competitivo a largo plazo, está cumpliéndose a rajatabla, a expensas de formalizar su prolongación de contrato hasta 2027, rubricada en octubre.

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