Violencia en el Amazonas brasileño: al menos tres muertos en el tercer día de ataques criminales en Porto Velho
La capital de Rondônia enfrenta una ola de ataques con vehículos incendiados y víctimas mortales mientras las autoridades buscan frenar al crimen organizado con refuerzos policiales
El tercero fue un sujeto que estaba en un bar y fue tiroteado por hombres armados desde una motocicleta.
Los actos vandálicos comenzaron el lunes en Porto Velho y en algunos municipios vecinos, pero en un menor grado a los reportados en la capital.
Las autoridades señalan que la ola de ataques es una retaliación a operativos realizados por la Policía Militarizada de Rondônia contra el crimen organizado.
Las acciones policiales, que se han concentrado en los dos mayores conjuntos residenciales populares de la capital, invadidos por los criminales, fueron intensificadas tras el asesinato de un agente en la noche del domingo a las puertas del edificio donde vivía.
La situación en Porto Velho llevó a la alcaldía municipal a suspender el transporte público desde la noche del lunes, un servicio que fue restablecido este jueves, pero solo con el 50% de la flota, que operará en la ciudad hasta las 18:00 hora local (21 GMT).
Además de las muertes ocurridas la víspera, dos sospechosos y un uniformado murieron desde el domingo en el desarrollo de las acciones policiales en Porto Velho, en las que también fueron detenidas cuatro personas.
La ola de ataques en la capital de Rondônia llevó a las autoridades regionales a pedir refuerzo al Gobierno nacional que envió efectivos de la Fuerza Nacional, un cuerpo de élite de la Policía.
Violencia en el Amazonas
La región amazónica de Brasil enfrenta un incremento significativo de la violencia debido a la expansión de organizaciones criminales. Informes recientes indican que más de un tercio de los municipios amazónicos están bajo la influencia de bandas como el Comando Vermelho y el Primer Comando Capital (PCC). Esta presencia aumentó de 178 municipios en 2023 a 260 en 2024, según el Foro Brasileño de Seguridad Pública.
La expansión de estas organizaciones ha convertido a la Amazonía en la región más violenta de Brasil, con una tasa de 32,3 homicidios por cada 100.000 habitantes, superando el promedio nacional de 22,8. Esta violencia está estrechamente vinculada a actividades ilegales como el narcotráfico, la minería y la tala clandestina.
La deforestación y la explotación ilegal de recursos naturales no solo degradan el medio ambiente, sino que también alimentan la violencia en la región. La minería ilegal, en particular, ha generado conflictos entre comunidades indígenas, mineros y organizaciones criminales, exacerbando las tensiones locales.
La situación se agrava por la limitada presencia estatal y la falta de oportunidades económicas, factores que facilitan el control de las organizaciones criminales sobre las comunidades locales. La ausencia de una gobernanza efectiva permite que estas bandas operen con impunidad, consolidando su influencia en la región.
