Trump presiona a Hamas para que respete el cese del fuego en Gaza, mientras fortalece la capacidad ofensiva de Israel contra el grupo terrorista
A través de su enviado especial para Medio Oriente, el presidente de Estados Unidos reclamó a Qatar que se cumpla con los términos de la tregua y autorizó a que se envíen a Netanyahu las bombas de alto poder destructivo que Biden había retenido en plena ofensiva militar sobre la Franja
Infobae(Desde Washington, Estados Unidos) Una despiadada interna de poder entre dos organizaciones terroristas palestinas complica el cese del fuego en Gaza: Israel exigió a Hamas que ayer libere a Arbel Yehud, como parte del acuerdo firmado hace ocho días en Doha. Pero la rehén judía de 29 años está a merced de la Jihad Islámica, que se niega a facilitar la liberación por sus diferencias políticas con el grupo terrorista que lidera Mohamed Sinwar.
La organización terrorista de Mohamed Sinwar reclama por sus militantes condenados, y no le preocupa los fedayines palestinos de otros grupos fundamentalistas que cumplen sentencias firmes en las cárceles israelíes.
En este contexto, la Jihad Islámica demanda a Hamas que también se liberen a sus propios terroristas. Y hasta que eso no suceda, mantendrá a Arbel Yehud en los túneles de Gaza.
Es decir: Arbel Yehud está secuestrada por los terroristas, y además es botín de guerra entre Hamas y la Jihad Islámica.
En este contexto, el premier Netanyahu tomó dos decisiones políticas:
- Pidió a su ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, que se comunique con Steve Witkoff, enviado para Medio Oriente de Trump, para que exija al emir de Qatar, Tamim Bin Hamad Al Thani, que Hamas cumpla con el cese del fuego. Al Thani negoció con la organización terrorista los términos de la tregua y Qatar es considerado un santuario para los jefes de Hamas y Hezbollah.
- Suspendió el retiro de las tropas que controlan el paso de Netzarim y prohibió que los civiles palestinos desplazados por la guerra pudieran moverse del sur al norte de la Franja, como se estableció en la primera fase del cese del fuego. Miles palestinos, que ayer esperaban regresar a sus hogares, durmieron en medio de la nada por las internas políticas entre Hamas y la Jihad Islámica.
Hasta que Hamas o la Yihad Islámica no libere a Arbel Yehud, Netanyahu no abrirá el paso de Netzarim. Por la tregua pactada, el próximo sábado, Hamas debería entregar a tres rehenes mujeres (civiles o soldados).
Trump apoya la estrategia de Netanyahu para exterminar a Hamas, pero le exige que cumpla con la tregua firmada con la organización terrorista. El presidente de Estados Unidos asume que la guerra en Gaza no es asunto geopolítico ya resuelto, y a diferencia de su antecesor Joe Biden, puso el arsenal del Pentágono a disposición de Israel.
En plena campaña electoral, Biden embargó un envío de 84 bombas de 2.000 libras (casi mil kilos) a Israel, cuando la ofensiva en Gaza estaba diezmando a los batallones terroristas de Hamas. La Casa Blanca alegó razones humanitarias.
El viernes pasado, la Secretaría de Defensa de Estados Unidos comunicó al gobierno de Netanyahu que esas bombas serían enviadas en las próximas semanas.
Trump es consecuente con su apoyo a Israel: a través de una orden ejecutiva canceló las sanciones que la administración Biden había ordenado contra los colonos de Cisjordania, y días después autorizó la entrega de los proyectiles que eventualmente serán utilizados en la franja.
La situación en Medio Oriente es un asunto geopolítico clave para la administración Trump. Y anoche no se descartaba en el Ala Oeste de la Casa Blanca que el enviado especial Witkoff viajará a Doha y Jerusalén para sellar la crisis causada por la interna de poder entre Hamas y la Jihad Islámica.
Está en juego la vida de Arbel Yehud.