Tensión en Bolivia: los seguidores de Evo Morales comenzaron una nueva marcha hacia La Paz arrancó este viernes
Sin Evo Morales, simpatizantes del líder cocalero se concentraron desde temprano en el municipio de Patacamaya. Está previsto que la movilización dure cuatro días
InfobaeEste viernes comenzó una marcha de los seguidores de Evo Morales hacia La Paz, esta vez sin la presencia de su líder, para reclamar acciones que solucionen la crisis económica y por la liberación de dirigentes campesinos que fueron detenidos luego de los bloqueos de octubre y noviembre del año pasado.
El senador del Movimiento Al Socialismo (MAS) y miembro de las federaciones cocaleras, Leonardo Loza, anunció que la movilización será “pacífica, no va a provocar a nadie, no habrá ninguna especie de violencia, solo va a reivindicar las grandes necesidades que tiene este país en temas económicos y productivos”, afirmó.
Es la tercera manifestación del evismo en los últimos cuatro meses. El 17 de septiembre, Morales y sus aliados realizaron una marcha de siete días a La Paz con demandas económicas y políticas relacionadas con el control del partido y el futuro político del ex presidente. En octubre, con las mismas motivaciones, realizaron un bloqueo de caminos que se extendió durante 23 días (del 14 de octubre al 6 de noviembre) y que llegó a tener más de 23 piquetes simultáneos, con lo que imposibilitaron el tránsito entre las principales ciudades del país.
Durante los bloqueos, varios sectores -principalmente de la agricultura y del transporte pesado- denunciaron pérdidas millonarias y se agudizó la escasez de combustible por la alteración en la distribución. En los operativos de intervención por parte de la policía y los militares, hubo enfrentamientos, los manifestantes tomaron rehenes que fueron luego liberados y las fuerzas del orden detuvieron a algunos dirigentes.
Tras la suspensión de la medida de presión, dos de los colaboradores cercanos de Evo Morales fueron detenidos por la Policía: Humberto Claros y Ramiro Cucho, quienes están en prisión desde el 15 de noviembre en una cárcel de Patacamaya, punto de partida de la marcha que inició este viernes.
Ambas manifestaciones -la marcha y los bloqueos- fueron interpretadas por algunos analistas como una “pulseta de poder” entre Luis Arce y su antiguo mentor, quienes disputaban el control del partido y presumiblemente la candidatura del MAS en las próximas elecciones.
Finalmente fue la Justicia la que dirimió lo que la interna del partido más numeroso del país no pudo: a través de fallos judiciales le quitaron a Morales la jefatura del partido y lo inhabilitaron como candidato.
Sin embargo, los jueces que firmaron los fallos son ampliamente cuestionados por la polémica extensión de sus mandatos. Tanto en la oposición como en el evismo, consideran que sus determinaciones son nulas e ilegales.
En medio de esa disputa, se abrieron causas judiciales contra Evo Morales que enfrenta una posible aprehensión por una acusación de trata de personas y estupro, lo que lo ha llevado a atrincherarse en el Trópico de Cochabamba, su bastión político y sindical, desde finales de septiembre bajo la custodia de sus seguidores.
“Nuevamente vamos a hacer escuchar nuestra voz de una forma pacífica, de una forma organizada; el hermano Evo Morales va a participar de esta marcha, tal vez no físicamente, pero sí nos acompañará moralmente y nosotros vamos a estar en la marcha”, manifestó el dirigente Reynaldo Ezequiel.
Para el oficialismo, la marcha busca la impunidad de Evo Morales y critican que las medidas de presión hayan provocado daños en la debilitada economía y estabilidad del país.
Aunque la manifestación reclama un mayor abastecimiento de combustible, que se contenga el incremento sistemático de los precios en los últimos meses y se libere a sus aliados, entre otras demandas, el trasfondo no deja de ser político. La grieta del MAS sigue siendo el eje de tensión en el país.