Renunció el fiscal especial Jack Smith, quien investigó a Donald Trump en dos causas penales que no llegaron a juicio
Un documento señala que dimitió al Departamento de Justicia de EEUU luego de presentar su informe final sobre las acusaciones contra el presidente electo de ocultar documentos clasificados y de intentar anular su derrota en los comicios de 2020
La renuncia de Smith se notificó en una nota a pie de página en la presentación, que decía que el fiscal especial había completado su trabajo, había presentado su informe final confidencial el 7 de enero y se había “separado” del Departamento de Justicia el 10 de enero.
Smith, un ex fiscal de crímenes de guerra, llevó dos de los cuatro casos penales a los que se enfrentaba Trump tras dejar el cargo, pero vio cómo se paralizaban después de que una jueza designada por Trump en Florida desestimó uno y de que la Corte Suprema de Estados Unidos -con tres jueces nombrados por Trump- determinó que los ex presidentes gozan de una amplia inmunidad para ser procesados por actos oficiales. Ninguno de los dos casos llegó a juicio.
Después de que Trump derrotó a la vicepresidenta demócrata Kamala Harris en las elecciones del 5 de noviembre, Smith retiró ambos casos, citando una norma de larga data del Departamento de Justicia contra el enjuiciamiento de presidentes en ejercicio. Al pedir a los tribunales que desestimaran los cargos, el equipo de Smith defendió los méritos de los casos que habían presentado, señalando únicamente que el inminente regreso de Trump a la Casa Blanca los hacía insostenibles.
La dimisión de Smith del Departamento de Justicia era esperada. Trump, que con frecuencia ha llamado “trastornado” a Smith, había dicho que lo despediría inmediatamente después de asumir el cargo el 20 de enero, y ha sugerido que podría buscar represalias contra Smith y otros que lo investigaron una vez que regrese al cargo.
Trump se convirtió en 2023 en el primer presidente o ex presidente de Estados Unidos en ejercicio en enfrentarse a un proceso penal, primero en Nueva York, donde fue acusado de intentar encubrir un pago de dinero a cambio del silencio de una estrella del porno durante su campaña presidencial de 2016.
A ese caso le siguieron los cargos de Smith, que acusó a Trump de retener ilegalmente material clasificado después de dejar el cargo y de intentar anular su derrota en 2020, una campaña que desencadenó el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021. Los fiscales de Georgia también acusaron a Trump por sus esfuerzos para anular su derrota electoral en ese estado.
Trump alegó motivación política
Trump negó haber actuado mal y denunció que las acusaciones tenían motivaciones políticas para dañar su campaña. Recaudó millones en contribuciones de campaña gracias a sus comparecencias ante los tribunales y utilizó los casos para impulsar una poderosa narrativa de que la clase política se había organizado contra él y sus partidarios.
El Departamento de Justicia defendió los casos, diciendo que estaban a cargo de fiscales de carrera que operaban libres de influencias políticas.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, nombró a Smith en noviembre de 2022 -casi dos años después del ataque del Capitolio- para dirigir las dos investigaciones en curso del Departamento de Justicia sobre Trump. Esa medida se produjo pocos días después de que Trump anunció una campaña para volver a la Casa Blanca en las elecciones de 2024.
Garland, designado por el presidente demócrata Joe Biden, dijo que Smith proporcionaría un grado de independencia en las investigaciones altamente sensibles. Garland había rechazado anteriores llamamientos a nombrar un fiscal especial, insistiendo en que podría supervisar adecuadamente las pesquisas de Trump.
Smith regresó a Washington desde La Haya, donde procesó casos de crímenes de guerra derivados de la guerra de Kosovo de 1998-1999. Anteriormente dirigió la Sección de Integridad Pública del Departamento de Justicia y trabajó en la fiscalía federal de Brooklyn, Nueva York, donde se labró una reputación de investigador tenaz.
En La Haya, Smith logró la condena de Salih Mustafa, antiguo comandante del Ejército de Liberación de Kosovo que dirigía una prisión donde se practicaron torturas durante el conflicto.
Casos históricos
Los primeros casos federales contra un ex presidente de Estados Unidos acusaron a Trump de llevar documentos de seguridad nacional altamente sensibles a su resort de Florida y de usar falsas afirmaciones de fraude electoral para intentar descarrilar la recolección y certificación de votos tras su derrota en las elecciones de 2020.
“El ataque al Capitolio de nuestra nación el 6 de enero de 2021 fue un asalto sin precedentes a la sede de la democracia estadounidense. Como se describe en la acusación, fue alimentado por mentiras, mentiras del acusado, dirigidas a obstruir la función fundamental del gobierno de Estados Unidos”, dijo Smith al anunciar la acusación electoral en agosto de 2023, una de las dos únicas apariciones públicas que hizo durante su investigación.
Smith se enfrentaba a un estrecho margen para completar ambas acusaciones, ya que estaba claro que Trump podría cerrarlas si ganaba las elecciones. Ambos casos se enfrentaron a obstáculos legales.
En el caso de los documentos clasificados, la jueza de distrito Aileen Cannon, con sede en Florida y nominada por Trump, desestimó todos los cargos en julio tras dictaminar que Smith había sido nombrado indebidamente como fiscal especial.
La oficina de Smith apeló esa decisión. Los fiscales retiraron la apelación relacionada con Trump tras su victoria electoral, pero señalaron que continuarán con un intento de revivir los cargos contra dos asociados de Trump que fueron acusados de obstruir la investigación.
El caso de las elecciones estuvo en pausa durante meses mientras los abogados de Trump presentaban un recurso de inmunidad presidencial. La Corte Suprema de Estados Unidos se puso mayoritariamente del lado de Trump en agosto, dictaminando que Trump no podía ser procesado por muchos actos oficiales que realizó como presidente y provocando más retrasos en el caso.
Smith reconoció en documentos judiciales que su equipo se enfrentó a una “circunstancia sin precedentes” después de que Trump ganó las elecciones a la demócrata Kamala Harris. Su oficina concluyó que ambos casos no podían continuar.
Trump fue declarado culpable de falsificar registros comerciales tras un juicio en el caso del pago de dinero a cambio del silencio de una estrella pornográfica en Nueva York, que fue presentado por fiscales estatales. Su sentencia se retrasó indefinidamente tras su victoria electoral y los abogados de Trump pretenden que se desestime en su totalidad.
El caso de Georgia, que también incluye cargos contra 14 aliados de Trump, permanece en el limbo mientras un tribunal de apelaciones determina si la fiscal principal, Fani Willis, debe ser descalificada por mala conducta por un romance con un exadjunto. Es poco probable que el caso contra Trump avance mientras siga siendo presidente.