La Inteligencia de Siria reveló que frustró un ataque del grupo terrorista ISIS contra un santuario chiíta en Damasco
El gobierno sirio publicó fotografías de cuatro hombres identificados como miembros del Estado Islámico y capturados en las afueras de la capital
El Ministerio del Interior sirio publicó fotografías de cuatro hombres a los que identificó como milicianos de ISIS, capturados en las afueras de la capital. Y divulgó imágenes del material supuestamente incautado, que incluyó dos fusiles, lo que parecían ser tres artefactos explosivos y varias granadas de mano. Además, las fotos mostraban documentos de identidad de dos libaneses y un refugiado palestino residente en el Líbano.
El ataque frustrado avivará los temores de que ISIS espere volver a actuar en Siria tras la caída el mes pasado del dictador Bashar al Assad.
A algunos sirios y potencias extranjeras les preocupa que los nuevos dirigentes del país, pertenecientes al grupo islamista sunita Hayat Tahrir al-Sham (HTS) que forzó la salida de Assad el 8 de diciembre, puedan imponer un gobierno islámico estricto en un país con numerosos grupos minoritarios como drusos, kurdos, cristianos y chiítas.
Pero el anuncio del gobierno interino de Siria de que frustró un ataque dirigido contra musulmanes chiítas se produce en medio de garantías de que protegerá a las minorías religiosas.
“La Dirección General de Inteligencia está utilizando todos sus recursos para hacer frente a todos los intentos de atentar contra el pueblo sirio en toda su diversidad”, dijo un funcionario de inteligencia a Sana.
El Estado Islámico, grupo terrorista musulmán sunita, ha reivindicado ataques anteriores en el santuario y sus alrededores, entre ellos el del año pasado y un ataque en 2017 en el que murieron al menos 40 personas.
Nieta del profeta Mahoma, Sayeda Záinab es venerada por los musulmanes chiítas y la mezquita y el santuario, a 10 kilómetros al sur de Damasco, atraen a peregrinos chiítas de toda la región.
Guardias apoyados por el régimen de Irán solían estar desplegados a las puertas del mausoleo pero huyeron poco antes de que los rebeldes sunitas arrasaran el mes pasado la capital siria y derrocaran a Bashar al Assad.
La defensa del santuario había sido un llamamiento a la unidad durante los 13 años de guerra civil en Siria, que atrajo a milicianos chiítas de toda la región para apoyar al dictador sirio Bashar al Assad. Pero la destitución de Assad el mes pasado mermó considerablemente la posición de las fuerzas chiítas en Siria, incluidos el régimen de Irán y el grupo terrorista libanés Hezbollah, aliado de Teherán.
Por otro lado, esta fue la primera vez que las nuevas autoridades de Damasco dicen haber frustrado un atentado de ISIS.
El Estado Islámico se apoderó de grandes extensiones de territorio sirio e iraquí en los primeros años de la guerra civil y declaró un “califato” transfronterizo en 2014. Las fuerzas kurdas de Siria, respaldadas por Estados Unidos, derrotaron a ese protoestado en 2019, pero los yihadistas han mantenido su presencia en el vasto desierto sirio.
