El primer ministro de Groenlandia ratificó su rechazo a la propuesta de Trump: “No queremos ser estadounidenses”

Comentarios del presidente de Estados Unidos sobre el control de la isla generan tensiones, con el mandatario groenlandés y el canciller danés rechazando cualquier intento de apropiación

“Somos groenlandeses. No queremos ser estadounidenses. Tampoco queremos ser daneses. El futuro de Groenlandia será decidido por Groenlandia“, subrayó el primer ministro Mute Egede en una conferencia de prensa, señalando que Groenlandia enfrentaba una “situación difícil”.

Sin embargo, Eged mostró su disposición a dialogar con el nuevo Gobierno de Trump, pero resaltó que la isla “no está en venta”.

“Estamos trabajando en una reunión para explicar cuál es la posición de Groenlandia”, dijo en rueda de prensa en Nuuk (capital groenlandesa) Egede, quien recordó que si Estados Unidos quiere tener mayor influencia sobre la isla tiene que hablar con su Gobierno.

El mandatario groenlandés admitió que la situación es “difícil”, a la vez que llamó a la calma y a la unidad de esta isla de más de 2 millones de kilómetros cuadrados —el 80% cubierto de hielo de forma permanente— y habitada por unas 57.000 personas.

Horas antes de la comparecencia, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, se reunió con los líderes de varios partidos políticos en Copenhague para tratar la cuestión, y también hubo otra reunión del Gobierno con representantes empresariales y sindicales.

“No hay motivo para ocultar que la situación es grave y que es necesario afrontarla. Hacemos lo que podemos para tener un diálogo con nuestros colegas europeos y con la nueva administración estadounidense”, afirmó el ministro de Industria, Morten Bødskov.

Foto de Archivo: La bandera
Foto de Archivo: La bandera de Groenlandia flamea en el asentamiento de Igaliku, Groenlandia. 5 de julio de 2024 (Ritzau Scanpix/Ida Marie Odgaard vía REUTERS/)

Frederiksen mantuvo la semana pasada una conversación telefónica con Trump, en la que le reiteró que Groenlandia no está en venta y que sus habitantes son quienes decidirán sobre su independencia.

En la conversación, que duró 45 minutos, Trump no retiró las amenazas de imponer sanciones arancelarias a Dinamarca, según reveló Frederiksen.

Aunque Trump no mencionó a Groenlandia en su discurso de investidura el lunes, fue interrogado al respecto por periodistas en el Despacho Oval más tarde.

“Groenlandia es un lugar maravilloso, lo necesitamos por razones de seguridad internacional”, respondió Trump.

“Estoy seguro de que Dinamarca estará de acuerdo: les está costando mucho dinero mantenerla”, añadió.

El ministro de Relaciones Exteriores de Dinamarca, Lars Lokke Rasmussen, afirmó el martes que ningún país debería poder simplemente apropiarse de otro.

“No es posible que ciertos países, si son lo suficientemente grandes y sin importar cómo se llamen, puedan simplemente tomar lo que quieran”, declaró Lokke a los periodistas.

Groenlandia goza desde 2009 de un nuevo Estatuto de autonomía que reconoce su derecho de autodeterminación.

La mayoría de partidos y de la población defienden la separación de Dinamarca, pero la mitad del presupuesto de la isla depende de la ayuda anual de Copenhague y los intentos por aumentar los ingresos con su riqueza mineral y petrolera han fracasado de momento por las dificultades y el elevado coste de extracción.

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