El presidente austriaco encargó al ultraderechista Herbert Kickl la formación de gobierno

El FPO, euroescéptico y cercano a Rusia, ganó las elecciones parlamentarias del pasado septiembre con el 29% de los votos

Infobae

El presidente austriaco, Alexander Van der Bellen, encargó el lunes al líder del ultraderechista Partido de la Libertad (FPO) la formación de un gobierno de coalición, después de que el intento centrista de formar uno sin el FPO fracasara inesperadamente el fin de semana.


El anuncio supone un giro radical para el presidente, antiguo líder de los Verdes de izquierdas, crítico desde hace tiempo con el FPO y enfrentado a su líder, Herbert Kickl, pero a Van der Bellen le quedaban pocas opciones tras el fracaso de los centristas a la hora de forjar una coalición.

El FPO, euroescéptico y cercano a Rusia, ganó las elecciones parlamentarias del pasado septiembre con el 29% de los votos. Ahora entablará conversaciones con su único socio potencial, el conservador Partido Popular (OVP), que busca liderar un gobierno por primera vez desde su fundación en la década de 1950 bajo un líder que había sido un alto oficial de las SS paramilitares de élite de Hitler.

FILE PHOTO: Austrian President Alexander
FILE PHOTO: Austrian President Alexander Van der Bellen shakes hands with far-right Freedom Party (FPO) leader Herbert Kickl in Vienna, Austria, January 6, 2025. REUTERS/Leonhard Foeger/File Photo

“Le he encargado que inicie conversaciones con el Partido Popular para formar gobierno”, declaró Van der Bellen en un discurso televisado tras reunirse con Kickl: “No he dado este paso a la ligera”.

Cuando Kickl abandonó su reunión con el presidente, cientos de manifestantes, entre ellos estudiantes judíos y activistas de izquierda, abuchearon, silbaron, corearon “nazis fuera” y ondearon pancartas con lemas como “No queremos una Austria de extrema derecha”.

Van der Bellen había enfurecido al FPO al no encomendarle la tarea de formar gobierno poco después de las elecciones, ya que ningún socio potencial de coalición se presentó inmediatamente. Esa tarea recayó en el conservador Partido Popular (OVP) y su líder, el Canciller Karl Nehammer. El OVP quedó segundo en las elecciones.

Los intentos de Nehammer de formar una coalición tripartita y luego bipartita con otros partidos centristas fracasaron este fin de semana, lo que le llevó a anunciar su dimisión.

Nehammer había insistido durante mucho tiempo en que su partido no gobernaría con Kickl, alegando que el líder del FPO era un conspiracionista y una amenaza para la seguridad. Con la desaparición de Nehammer, también desaparece esa línea roja. Su sucesor interino como líder del OVP, Christian Stocker, declaró el domingo que su partido se uniría a las conversaciones de coalición lideradas por Kickl.

Si las negociaciones fracasan, es probable que se convoquen elecciones anticipadas, y los sondeos de opinión muestran que el apoyo al FPO no ha hecho más que crecer desde septiembre. El OVP y el FPO coinciden en varias cuestiones, especialmente en la adopción de una línea dura en materia de inmigración.

Sin embargo, la cuestión más espinosa en las conversaciones de los centristas fue cómo reducir el déficit presupuestario, que según las previsiones superará el límite de la UE del 3% de la producción económica en 2024 y 2025.

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