Champions League | Girona 1 - Arsenal 2 / El Arsenal y el VAR torpedean la despedida del Girona

Danjuma hace el 1-0, pero el Arsenal remonta en cuatro minutos con los goles de Jorginho, de penalti, y Nwaneri. Stuani marcó en el 77′, el 2-2, pero fue anulado por fuera de juego. Pau López para un penalti a Sterling en el añadido.

Marc Bernad Suelves
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La Champions League ya es un recuerdo para el Girona. Una competición que le ha mostrado, con demasiada crueldad por el fútbol e ilusión desplegados, sus costuras y le ha hecho a ver que, todavía, le queda gigante. Que le quiten lo bailado, por supuesto, pero se va con solo tres puntos de 24 posibles. Y eso que en esta última jornada, contra el Arsenal, los rojiblancos se vistieron de gala y lograron bailar primero, gracias al 1-0 de Danjuma, pero quienes se erigieron reyes de la fiesta fueron los ingleses. Los de Mikel Arteta ganaron cuándo y cómo quisieron. Fue apretar el acelerador, ponerse a correr en la transición y ganar el partido destilando calidad y una pegada para enmarcar. Acaban segundos en esta primera fase de la Champions.

Ya advirtió Míchel, tras certificar la eliminación matemática en Milán, que lo que les había matado en esta Champions fuel el ‘sí, pero no’. Y el Arsenal se lo mostró con un dureza extrema. Los gerundenses marcaron primero (minuto 28) y tuvieron momentos en los que, de verdad, achucharon a Neto, pero el Arsenal, en cuatro minutos de aceleración, del 38’ al 42’, les remontó. Jorginho, de un penalti absurdo cometido por Arnau sobre Thomas (bajo palos no estaba el ‘parapenaltis’ Gazzaniga por culpa de una lumblagia), y Nwaneri (golazo) pusieron el 1-2 en el marcador de un estadio de Montilivi que vio la enésima remontada de un rival este curso.

La mejor noticia para los de Míchel fue la llegada del descanso porque si se hubiese seguido jugando el castigo pudo haber sido mayor. La muestra, que el larguero evitó el tanto de Trossard. El Girona estuvo KO. El Arsenal salió oliendo sangre. Nwaneri, jugador inglés de solo 17 años, se mostró omnipresente y Timber tuvo el 1-3, pero en lugar de rematar para marcar, despejó. Su alma de defensa no le ayudó.

Aunque donde se vio, claramente, ese ‘sí, pero no’ fue cuando Stuani vio truncado su sueño. El VAR le despertó al anular su tanto en el minuto 77 (hubiese sido el 2-2) por un fuera de juego milimétrico de su asistente Portu. Habría sido idílico, pero no. En el añadido, Pau López paró un penalti a Sterling, pero el daño ya estaba hecho.

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