Alaba soluciona un problema

Ancelotti piensa en el austríaco en presente y no en futuro, aunque con cautela. Su recuperación plena supondrá una bombona de oxígeno para la mermada zaga.

Fernando S. Tavero
As
Anhelo y cautela. Casi tanto de lo primero como de lo segundo. Es la realidad del Madrid para con David Alaba. Estar 399 días en el dique seco no es baladí. Menos lo es una rotura de cruzado con afectación de un menisco y el cartílago como letra pequeña. Aunque el austríaco, tras volver ante Las Palmas, pisó otra baldosa amarilla contra el Salzburgo. En Liga saltó al campo en el 76′, en Champions lo hizo en el 64′. En total, 40 minutos más cerca de Oz. Una puesta a punto necesaria, medida al milímetro. Con el zaguero y sus sensaciones como termómetro, pero Ancelotti pensando en él más en presente que en futuro. Porque, más allá de lo individual, soluciona un problema, o varios, en lo colectivo. Para Carletto, y para la planificación del Madrid, Alaba es una bombona de oxígeno.

“Alaba está muy cerca de jugar desde el principio. Ha tenido algunos minutos más, es más cómo se sienta él a la hora de salir de inicio en un partido. Le veo cómodo, sin dudas. Cuando me diga que está listo lo voy a meter”. Sin medias tintas. Así radiografió Ancelotti la situación del 4 tras triturar al equipo energético. En cuanto pueda, titular. Sin premura y todo bajo la vigilancia del cuerpo médico y los fisios de la entidad. Tan clave en la fase previa al regreso como en la actual, midiendo los esfuerzos y el estado de la rodilla izquierda tras empezar a acumular esfuerzos competitivos. Pero con el objetivo de poder contar con Alaba esta temporada. Quizá no para ser vertebral en las noches de enjundia suprema, sí para ser importante. Contar con Alaba de verdad en duelos como el derbi ante el Atleti. Tendrá cuatro exámenes antes (Valladolid, Brest, Espanyol y Leganés) para seguir subiendo escalón a escalón.

Un contexto extremo

Algo similar a lo ocurrido, el curso pasado, con Militao. El brasileño, tras probarle Ancelotti con la mente puesta en la final de Champions, no alcanzó el punto óptimo para ser titular en Wembley. Aunque sí para ser titular en cinco de las seis últimas jornadas ligueras. Algo así con Alaba es mucho. Por el quién pero también por el cuándo. Por el contexto extremo en el que camina Ancelotti con su defensa. Más descansos para un Rüdiger exprimido al máximo (2.711 minutos, el más utilizado de la plantilla), minimizar las apariciones de Tchouameni en el centro de la zaga para así enfocarle en sus verdaderos quehaceres en la sala de máquinas y, además, abrir de verdad la opción Asencio como lateral derecho.

Alaba, en acción ante Amar Dedic.
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Alaba, en acción ante Amar Dedic.JUANJO MARTINEFE

Desde el cuerpo técnico consideran “necesario” hacerse con un dos. Algo tan real como que el escenario más plausible es que ese dos no llegue hasta verano (Alexander-Arnold). De ahí que Carletto suspire por abrir la vía Asencio, algo que están ensayando en los entrenamientos y que ya se ha probado en partido oficial, ante el Salzburgo sin ir más lejos. Para ello, Alaba es fundamental. Amén de la ascendencia que tiene dentro de la plantilla en materia de veteranía y liderazgo. Un poco de Alaba es mucho.

Botón de emergencia en el mercado

Todo ello en la presente temporada, pero de su plena recuperación también depende el futuro. Desde el club blanco se entiende que se necesita refrescar la zaga. Es así. Vallejo no cuenta y se irá el 30 de junio, Rüdiger tiene 31 años y Militao, aun con 27, volverá a finales de año tras romperse los dos cruzados en temporadas consecutivas. Y Alaba es un año mayor que Rambo. De ahí que la idea fuera hacerse con Leny Yoro, el elegido que eligió el rojo y no el blanco.

No obstante, no se ha logrado identificar, de momento, un perfil similar que cumpla con el paquete completo que buscan desde el Madrid. Hasta que ese escrutinio termine, la prioridad se coloca en Alexander-Arnold y en el centro del campo (gusta Zubimendi). Del estado de Alaba dependerá el nivel de emergencia con el que se mire al mercado de centrales. Si el austríaco presenta un buen tono en este segundo tramo de temporada, no habrá prisa. Para lo bueno y para lo malo. Todo dependerá de su rodilla. Alaba lo cambia todo.

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