Y de repente, Ceballos

“MVP”, le dedicó Valverde tras un partido de postín del utrerano ante el Getafe. Líder en la distribución y sacrificado en la destrucción, pide paso.

Fernando S. Tavero
As
Mbappé se llevó el premio a casa, pero Valverde tenía otros planes. “MVP Ceballos”, le dedicó en redes. Sin entrar en batallas de honores, el utrerano se apunta a la caza. Contra el Getafe brilló en distribución y estuvo serio en la destrucción. En el doble pivote ideado por Ancelotti, el Halcón voló y Ceballos manejó. Líder en intervenciones (110, único en superar el centenar) y en pases completados (88, por los 71 de Asencio, medalla de plata) con un 94% de acierto y seis envíos en largo con éxito. Y en intendencia, seis recuperaciones, dos interceptaciones y siete duelos (de diez) ganados. Hubo toma y también daca. Controló la manija y ejerció de lanzadera, con calma y dando mayor preponderancia al desplazamiento que a la conducción. Una tarea espinosa contra la tela de araña de Bordalás. Ceballos deja el túnel atrás.

Las lesiones han sido su ying y su yang. Las propias trastabillaron su regularidad, las ajenas le han comprado boletos para recuperarla. Un severo esguince de tobillo tras su primera titularidad del curso, contra su Betis, le dejó 46 días (y ocho partidos) en el dique seco. Recortó plazos y Carletto fue trufando suplencias (Villarreal, Barça, Osasuna) con apariciones de puntillas (un minuto ante el Dortmund, ocho contra el Celta). Frente al Milan subió el minutaje (saltó al campo en el 63′) y después llegaron las dos últimas jornadas ligueras: 180 minutos contra Leganés y Getafe. Dos duelos emparedados por Anfield, donde saltó al campo tras el percance de Camavinga. Sin Tchouameni en Butarque, con Cama también fuera ante el ejército de Bordalás. Aurélien apunta a San Mamés, pero Ceballos ha aprovechado las rendijas para colarse por la puerta. Suma 321 minutos, 240 en las últimas cuatro noches. El utrerano entra en la ecuación.

“Ceballos lo ha hecho como Asencio. Ha entrado en el campo y ha mostrado toda su calidad. Es un jugador distinto a los otros medios, más de manejo y control, menos de energía, pero maneja el balón muy bien, con mucha personalidad. Está aportando calidad al juego", ha valorado hoy Carlo Ancelotti en rueda de prensa.

Dedicatoria de Valverde a Ceballos.
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Dedicatoria de Valverde a Ceballos.Instagram

Porque la actuación ante el Getafe no fue flor de un día. Contra el Leganés, ídem. Un centenar de intervenciones, 84 pases acertados con un 95% de acierto, seis pases largos acertados, ocho duelos (de diez) ganados, cuatro entradas y una interceptación... Dos hojas estadísticas mellizas y sólidas. Un rendimiento alcista que el propio protagonista explicó con sencillez en la televisión del club: “Cuando tienes continuidad es mucho más fácil. Es verdad que llevaba mucho tiempo sin jugar, pero me encuentro cómodo, con la confianza del míster y de los compañeros”.Su principal problema ahora, la recuperación de Tchouameni.

Apostar y recoger frutos

Sentencia, la anterior, que alumbra una realidad. Ancelotti es uno de los grandes valedores del utrerano en el club (”me molesta haberle dado tan pocos minutos, merecía más”, llegó a reconocer el de Reggiolo). Fue fundamental en su renovación. La firma, en 2023, hasta 2027. Una muestra de fe bidireccional. Por parte de la entidad y Carletto y también del propio Dani: “Donde algunos sólo ven lo difícil, otros buscamos la oportunidad; donde algunos se rinden, otros no”. Había overbooking en el puesto. Acababa de llegar Bellingham, estaban Valverde, Camavinga y Tchouameni. Y Kroos y Modric estiraban su chicle. Confió y renovó.

Los problemas físicos y esa competencia han sido baches en el camino, pero esa oportunidad buscada ha aparecido. Ya no está el metrónomo alemán y Jude es más Jude cerca del área que en el corazón de la sala de máquinas. Y Güler, aunque da sus primeros coletazos como interior, sigue gustando más internamente como parte de los vanguardistas. Empieza a recoger frutos. Aunque la competencia sigue existiendo, la temporada es eterna y Ceballos ha demostrado justo eso, que “con continuidad es mucho más fácil”. Ahora la tiene en la mano.

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