Un bombero de Illinois fue acusado de provocar un incendio para encubrir el asesinato de la mamá de su hijo
La joven, de 27 años y a dos días de dar a luz, fue estrangulada antes de que las llamas consumieran su hogar. Las pruebas apuntaron al padre de su hijo, Matthew Plote
InfobaeLa mañana del 25 de noviembre de 2020 comenzó con esperanza en la vida de Melissa Lamesch. A dos días de dar a luz a su hijo, la joven de 27 años hablaba por teléfono con su hermana Cassie Baal, planeando cómo serían los próximos días. Sin embargo, aquella tranquila charla se interrumpió abruptamente.
Horas después, el hogar de Melissa en Mount Morris, Illinois, ardía en llamas. Entre los escombros, los bomberos encontraron su cuerpo en la cocina. Pero las primeras inspecciones dejaron claro algo escalofriante: no había signos de que el fuego hubiera sido la causa de su muerte. Melissa Lamesch había sido asesinada antes del incendio, y las llamas parecían un intento deliberado de ocultar un crimen.
Una relación quebrada y un secreto intolerable
De acuerdo con CBS News, Melissa y Matthew Plote se conocieron años atrás en la universidad y compartieron una amistad casual que eventualmente evolucionó a algo más íntimo. Cuando Melissa quedó embarazada, esperaba contar con su apoyo. Pero la realidad fue devastadora. Plote no sólo rechazó la idea de ser padre, sino que insistió en que Melissa abortara. Cuando ella se negó, su actitud cambió drásticamente: la ignoraba y evitaba involucrarse en la futura vida de su hijo.
Melissa, a pesar de la desaprobación de Plote, decidió seguir adelante con el embarazo. Envió sonogramas, actualizaciones y fotos, tratando de mantener una línea abierta para el bien del niño. Sin embargo, el joven bombero no solo evitaba a Melissa, sino que ocultaba el embarazo de todos, incluyendo a sus compañeros de trabajo y a sus propios padres.
Cuando Melissa decidió contarles la noticia a los abuelos paternos, la respuesta inicial fue positiva. Sin embargo, este gesto generó la ira de Plote, quien enfrentó a Melissa por “traicionar” su secreto.
La escena del crimen: más preguntas que respuestas
La escena en la casa de Melissa era desconcertante. Aunque el fuego había destruido partes significativas del hogar, los investigadores pronto concluyeron que no había comenzado por causas accidentales. En la cocina, donde encontraron a Melissa, las marcas de quemaduras eran superficiales, y el equipo de bomberos no halló rastros de inhalación de humo en su cuerpo.
El informe forense fue contundente: Melissa había sido estrangulada hasta la muerte. Los signos de hemorragias alrededor de su cuello, junto con marcas de defensa, indicaban una violenta lucha antes de que el incendio fuera iniciado deliberadamente. En un detalle macabro, los restos bajo sus uñas contenían ADN que correspondía a Matthew Plote.
Comportamientos incriminatorios
Matthew Plote se presentó inicialmente como un hombre tranquilo y cooperativo, aunque sus acciones contaban otra historia. Ese día, había llamado al trabajo para reportarse enfermo, algo fuera de lo común. Cuando fue interrogado, su relato estaba lleno de inconsistencias. “Solo fui a hablar con ella sobre el dinero y sobre estar presente en el parto”, aseguró.
Plote también mantuvo un silencio que los investigadores encontraron perturbador. Durante un interrogatorio de siete horas, nunca negó haber matado a Melissa, ni expresó indignación por ser acusado de un crimen tan atroz. Su falta de emoción y la forma en que eligió sus palabras reforzaron las sospechas.
La investigación avanzaba lentamente, frustrando a la familia de Melissa, que exigía justicia. Finalmente, los resultados del laboratorio confirmaron que el ADN bajo las uñas de Melissa era de Plote, y la causa del incendio fue catalogada como intencional.
El juicio de Matthew Plote
En marzo de 2024, más de tres años después del crimen, Matthew Plote enfrentó su juicio. La fiscalía presentó un caso contundente, argumentando que Plote asesinó a Melissa para evitar ser padre y proteger su reputación. Los testimonios incluyeron el informe de autopsia, análisis del incendio y la desgarradora llamada telefónica de Melissa con su hermana, interrumpida por la llegada de Plote.
La defensa intentó proyectar a Plote como un hombre responsable, incapaz de cometer un asesinato. Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano. El jurado no solo escuchó pruebas físicas, sino también grabaciones donde Plote hablaba de manera vaga y ominosa sobre “plazos” relacionados con el embarazo.
Tras una deliberación de solo dos horas, el veredicto fue unánime: culpable de asesinato, homicidio intencional de un bebé no nacido y de provocar un incendio intencional.
Para la familia Lamesch, el veredicto ofreció una forma de justicia, pero no alivió su dolor. Melissa, una mujer descrita como valiente, determinada y amorosa, estaba destinada a convertirse en una madre dedicada. Su bebé, Barrett, nunca tuvo la oportunidad de conocer el mundo.
Durante la sentencia, la madre de Melissa, Deanna, recordó la devastación de no poder sostener a su nieto más que en su pequeño ataúd. “Nada de esto debía haber ocurrido. Todo lo que él tenía que hacer era alejarse”, declaró con dolor.
Matthew Plote fue sentenciado a cadena perpetua, pero para la familia Lamesch, ninguna condena puede devolverles a Melissa y Barrett. “El sistema nos dio justicia, pero nada de esto es justo”, reflexionó Deanna.