A
su llegada, se extendió el rumor de que el polaco había exigido ser
titular para fichar por el equipo azulgrana. El tiempo ha demostrado que
no era así, aunque está teniendo un buen comportamiento.
As
Si nada se tuerce, Wojciech Szczesny debutará el próximo 4 de enero en Barbastro como portero del Barça, una secuela de lujo para su carrera, cuyo final había anunciado el verano pasado después de la Eurocopa. Desvinculado de la Juventus, y confortablemente instalado en Marbella,
donde había empezado una vida nueva dedicada a su familia, al menos en
sus primeros años de retiro, recibió la llamada telefónica de Lewandowski pocas horas después de que Ter Stegen se
lesionase de gravedad y todos supieran que estaría toda la temporada en
blanco. Tuvo que convencerle, pero era una aventura demasiada
tentadora. Jugar en uno de los clubes más grandes del mundo, todavía en
una edad de plenitud (el polaco cumplirá 35 años en abril), seduce a
cualquiera.
Porque jugar era lo que esperaba Szczesny,
que todavía no ha jugado ni un solo minuto pese a que muchos dieron por
hecho a su llegada que sería titular. A pesar de que el club se reunió
con Iñaki Peña para tranquilizarle y asegurarle que era el número uno después de la lesión de Ter Stegen, se extendió con fuerza el rumor de que Szcesny sólo
había dado el sí después de que el club azulgrana le garantizase que
sería titular. Flick dejó claro desde el principio que eso no sería así.
Reforzó la figura de Iñaki Peña y no sólo lo puso como titular mientras el ex portero de la Juventus cogía tono físico. También lo ha mantenido, tirando por el suelo la teoría de la conspiración de la titularidad por decreto.
Aun así, Szczesny, cuyo comportamiento está siendo excelente y muy profesional según fuentes del vestuario pese a su suplencia, todavía está a tiempo de demostrar cosas. Será el portero titular en la Copa,
en la que el Barça espera alargar más que en los últimos años su
estancia. Y está obligado a estar listo para cualquier contratiempo de
Iñaki Peña, que ha desmentido a los que no le veían nivel para jugar en
el primer equipo azulgrana con actuaciones sólidas en casi todos los
partidos grandes del curso. La relación entre los dos es óptima. Ahora
es Szczesny el que quiere demostrar que no venía aquí a retirarse.