¿Será Siria otra Libia?
Sin acuerdos internos sólidos, la victoria del movimiento opositor Hayat Tahrir al-Sham podría desembocar en una crisis regional prolongada
InfobaeTodas las fuentes periodísticas acreditadas en Moscú coinciden en que el triunfante movimiento opositor sirio conocido como Hayat Tahrir al-Sham (HTS) logró construir una ofensiva exitosa sin que Irán y Rusia, principales socios del gobierno sirio, se percataran. De hecho, fuentes afincadas en Teherán indican que, pese a las peticiones de asistencia cursadas por Al Assad hace 20 días, el régimen iraní no solo no respondió afirmativamente, sino que inició una operación de rescate de los efectivos de Hezbollah desplegados en Siria
En el caso de Siria, el evento es más impactante porque se produjo una rebelión interna con una capacidad de maniobra y de despliegue táctico que compite con el mejor Ejército del mundo. Esto supone que HTS había preparado esta ofensiva con sumo cuidado, acumulando armamento, reclutando efectivos y entrenando brigadas de choque sin que la inteligencia del dictador Bashar Al Assad detectara estos movimientos.
En efecto, si bien el HTS es el movimiento más grande, con 30.000 combatientes de mayor profesionalismo y mejor equipamiento gracias a que controla áreas de extracción petrolera, existen movimientos más pequeños que no necesariamente comparten su visión sobre el establecimiento de un Estado seglar.
Jaish al Issa es otro movimiento importante dentro de la coalición que acaba de liberar Siria. Cuenta con aproximadamente 4.000 efectivos. Ha recibido apoyo de Occidente. Está concentrado geográficamente en el extremo norte de la gobernación de Hama y en algunas partes de Latakia. Estos grupos solo comparten entre si el objetivo de liberar a Siria de la feroz dictadura de Bashar al Assad. Porque mientras HTS luego de combatir a Occidente dentro de las filas de ISIS y de Al Qaeda se inclina en estos momentos por un gobierno seglar de entendimiento nacional los otros grupos prefieren continuar con la tesis del califato.
De allí que la euforia con que se ha recibido en Occidente la caída de uno de los regímenes más perversos puede convertirse en luto profundo si la coalición que logró esa hazaña se viene abajo por ausencia de consenso en torno al modelo político a instaurar en esta nueva etapa. Y aún cuando hasta el momento todas las declaraciones apuntan hacia la construcción de la unidad nacional, no hay que ignorar que en la zona operan naciones interesadas en intervenir en Siria. Una de ellas es Irán que, posiblemente, no se abstendrá de penetrar el territorio sirio con piquetes terroristas para realizar operativos de desconcierto y amedrentamiento.
Luego están los kurdos y su alianza con Estados Unidos para luchar contra Al Assad. Israel, por su parte, tiene algunos acuerdos militares con Siria. De manera que para alcanzar la estabilización interna y la paz regional, el gobierno de salvación de Siria va a tenar que sellar acuerdos internos que preserven la unión de la coalición triunfadora y regionales que le permitan defenderse de Irán. Pero este tapiz está por tejerse. Ojalá se logre el tejido porque de lo contrario el país ingresará en una etapa anárquica que bien podrá enviar a Europa varios millones de refugiados que ingresarán por tierra cruzando a Turquía y exacerbando los sentimientos nacionalistas europeos dentro de una cuadro macroeconómico de parálisis. Una perspectiva nada alentadora.