Se conoció la cara real de Papá Noel: cómo se reconstruyó el rostro de San Nicolás de Mira
Luego de 1.700 años, investigadores lograron representar las facciones del santo a partir de datos históricos y análisis detallados de sus reliquias. Los detalles de quien fuera obispo en el siglo IV
InfobaePor primera vez en casi 1.700 años, la ciencia permitió recrear el rostro de un hombre cuya figura trascendió los siglos: San Nicolás de Mira, un obispo del siglo IV conocido por su generosidad y su impacto en tradiciones navideñas como inspiración para la figura de Santa Claus, también conocido como Papá Noel. Este logro fue posible gracias a una aproximación facial en 3D que combinó datos históricos y tecnológicos basados en el análisis detallado de las reliquias atribuidas al santo.
Según comentó Moraes a la agencia de noticias Pen News, “el cráneo tiene una apariencia muy robusta, generando un rostro fuerte, ya que sus dimensiones en el eje horizontal son mayores al promedio”. Además, agregó que esta representación “es muy reminiscente de la figura que tenemos en mente cuando pensamos en Santa Claus”, especialmente por su frente amplia y nariz redondeada.
La metodología empleada combinó software de diseño 3D, proyecciones estadísticas basadas en marcadores faciales y técnicas de anatomía comparativa. Este enfoque permitió recrear con precisión las facciones del santo y presentarlas en imágenes que reflejan tanto aspectos objetivos como interpretaciones artísticas que conectan a la figura histórica con su evolución cultural a lo largo de los siglos.
Contexto histórico y biografía de San Nicolás de Mira
San Nicolás de Mira, conocido también como San Nicolás de Bari, fue un obispo cristiano nacido en la región de Patara, en Asia Menor, hacia finales del siglo III. Vivió entre, aproximadamente, los años 250 y 370. Es recordado por su defensa de la fe en un periodo de persecuciones religiosas y por su notable generosidad al usar una fortuna heredada para ayudar a los más necesitados. Aunque la documentación histórica es limitada, la tradición lo vincula con eventos como el Concilio de Nicea en el año 325 y peregrinaciones a lugares sagrados, lo que consolidó su legado como una figura piadosa.
Durante la Reforma Protestante, su veneración se redujo en los países que adoptaron esta corriente religiosa, pero sobrevivió en los Países Bajos como Sinterklaas, un personaje folclórico que premiaba a los niños. Esta tradición llegó a América del Norte con colonos holandeses y evolucionó hasta convertirse en Santa Claus, un emblema moderno de bondad y generosidad, cuya imagen fue popularizada a partir del siglo XIX mediante ilustraciones y campañas publicitarias.
Estudios anatómicos y antropológicos sobre las reliquias
En 1087, ante el riesgo de que los restos de San Nicolás fueran profanados durante la invasión musulmana en Asia Menor, un grupo de marineros de Bari los trasladó desde Mira a su ciudad. Esta acción generó controversia, ya que se realizó sin la autorización de los monjes guardianes. En Bari, las reliquias adquirieron un gran valor religioso y atrajeron a numerosos peregrinos. Dos años después, en 1089, se construyó la Basílica de San Nicolás para resguardarlas, y fue consagrada por el Papa Urbano II.
En la década de 1950, el Dr. Luigi Martino analizó los restos de San Nicolás en Bari durante las reparaciones realizadas en la cripta de la basílica. Este estudio permitió confirmar que correspondían a un hombre de aproximadamente 1.67 metros de estatura, con una complexión robusta y una marcada asimetría nasal. Años después, en 1992, se examinaron fragmentos óseos asociados al santo en el Lido de Venecia. Los resultados indicaron que estas piezas eran compatibles con las partes faltantes del esqueleto conservado en Bari, lo que sugiere que ambas procedían de la misma persona.
Metodología de la reconstrucción facial forense 3D
La reconstrucción facial de San Nicolás de Mira se realizó con el software de código abierto Blender 3D y la herramienta OrtogOnBlender, especializada en aproximaciones faciales forenses. El proceso inició con la digitalización del cráneo y su alineación en el plano de Frankfurt, un estándar anatómico que establece una orientación horizontal precisa al conectar los puntos de la base de la órbita ocular con el borde superior del conducto auditivo externo. Esto permitió proyectar las estructuras óseas y los tejidos blandos a partir de mediciones tomadas de tomografías de personas actuales.
El equipo utilizó un modelo 3D de un donante virtual para ajustarlo al cráneo del santo y garantizar coherencia anatómica. Según Moraes, “inicialmente reconstruimos el cráneo en 3D usando estos datos” y luego aplicaron “la técnica de deformación anatómica, en la cual la tomografía de la cabeza de una persona viva se ajusta para que el cráneo del donante virtual coincida con el del santo”.
Luego, añadieron elementos como líneas de expresión, cabello y textura de piel basados en referencias históricas. Finalmente, aplicaron inteligencia artificial para mejorar los detalles visuales, lo que resultó en imágenes científicas y artísticas que ofrecen una representación precisa del rostro de esta figura histórica.