Milan 0 - Genoa 0 / Milan se hunde y no reacciona

El Milan no pasó del 0-0 con el Genoa en San Siro en el día en el que celebró su 125 aniversario. Fonseca lanzó en lugar de Theo al exmadridista.

Mirko Calemme
As
El Milan no dejó atrás su crisis ni en el día de su fiesta. Los rossoneri no pasaron del empate a cero contra el Genoa y suman apenas una victoria en las últimas cinco jornadas, con una clasificación que empieza a ser preocupante: marchan octavos, a ocho puntos de los puestos de Champions.

San Siro se vistió de gala antes del saque de inicio para celebrar los 125 años de los milaneses, que vistieron hoy una elástica estilo retro, muy apreciada por los tifosi. Pisaron el verde leyendas como Van Basten, Gullit, Rijkaard, Inzaghi, Baresi, Pirlo, Donadoni, Albertini, Galli, Tassotti... Un momento emotivo que, sin embargo, recordó también cuánto ha cambiado la entidad en los últimos años. La pancarta de la Curva Sud lo resumió así: “Honramos a nuestros campeones, símbolos de un Milan que ya no existe”. Y después, cuando la cara de Ibrahimovic apareció en las pantallas gigantes, hubo pitos para el que la hinchada considera uno de los responsables de la compleja situación actual.

Paulo Fonseca, por su parte, confirmó que la tensión de sus palabras tras la victoria con el Estrella Roja se habría convertido en hechos. Prometió medidas drásticas y salieron de inicio Álex Jiménez en lugar de Theo y Mattia Liberali, mediocentro ofensivo de 17 años, arriba.

El conjunto de Vieira, invicto en las últimas cinco jornadas, tuvo un buen comienzo de partido, aunque el Milan creció con el paso de los minutos. Fue justo Jiménez uno de los más activos entre los de Fonseca, mostrando rapidez, técnica y, sobre todo, mucha personalidad, sin ningún miedo escénico en un San Siro lleno hasta la bandera y repleto de estrellas.

Reijnders, Abraham y Chukwueze lo intentaron sin puntería, y en la segunda parte la intensidad de los milanisti arriba se hizo cada vez más peligrosa. Fonseca optó por lanzar a Morata, que llegaba tocado y empezó en el banquillo, y a Camarda, y ambos crearon peligro. El español disparó fuera tras haberse liberado en el corazón del área en el 76′ y, poco después, golpeó el larguero a pase de Reijnders tras un balón recuperado por Jiménez. El arreón milanista perdió fuelle en un último cuarto de hora en el que el Genoa empezó a salir de su mitad de campo, sufriendo cada vez menos. Y, en el 90’, el Meazza volvió a pitar en contra de jugadores y directiva.


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